¡Cae la Furia!

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Una intratable defensiva francesa liquidó en los cuartos 65-52 al anfitrión y favorito España, defraudando ibéricos a su afición y al mundo del basquetbol

La victoria de la selección francesa por 65-52 ante una irreconocible selección española, en los cuartos de final, en especial en el último cuarto, truncó el sueño mundialista ibérico en una pesadilla de la que tardará mucho en despertar.

Una diferencia de 22 rebotes más para Francia (50-28) y dos triples de 22 intentados y apenas un 45 por ciento en tiros de dos puntos (18 de 40) en el ataque español, explican en parte el desastre del anfitrión.

Los favoritos del encuentro y el certamen comenzaron muy mal en ataque, con intentos fallidos de Pau Gasol, Marc Gasol, y triples que no entraron de Rudy Fernández y Ricky Rubio. Por el contrario, Francia inició el partido 'derrapando' y con un 8-0 casi impensable en apenas tres minutos.

En el segundo periodo, los pívots franceses siguieron con su excelente trabajo, trabando el juego español con su defensa y circulando entre ellos el balón en la ofensiva hasta acabar descolocando a los peninsulares.

 

Pau Gasol, con solo seis puntos, fue el máximo anotador nacional al descanso. Un dato que habla por sí solo. Si a esto se le agregan los dos puntos de Marc Gasol y otros dos de Serge Ibaka.

Por primera vez en el campeonato del Mundo, la selección española se encontró en serios problemas y se fue al vestuario con un inquietante 35-28. Su capitán Juan Carlos Navarro tampoco anduvo fino en la batalla con el vecino del norte.

De muy poco le sirvieron a los rojos revivir en el tercer cuarto, donde solo le permitieron siete puntos en contra. Nunca pudideron deshacer el nudo gordiano en el que se había convertido el partido y no acababa de encontrar una fuente fiable y continua de puntos; mientras que la selección vecina siguió defendiendo más que fuerte sin importarle el número de personales que tuviera que hacer.

Después de 30 minutos de errores e imprecisiones, las penurias españolas no acabaron. El Palacio madrileño pareció enmudecer, porque el problema era muy serio (42-24 en rebotes para el contrario en esos momentos).

A falta de menos de dos minutos, el problema era ya megalítico (57-52), porque salvo Pau, apenas nadie veía aro y los galos seguían con su gran trabajo de martillo pilón.

La estrella de los españoles se apagó definitivamente. El sueño mundialista se trocó en pesadilla cruel. La selección ibérica -con todo y Pau, Marc, Navarro, Ibaka, Rubio y Rudy-, defraudó y decepcionó a su público y todos los amantes del deporte ráfaga.