Jorge Vera Hernández y el secuestro del PAN

el

Panistas lo acusan de ser responsable de la peor crisis que ha tenido en toda su historia el blanquiazul en el Distrito 

 

REDACCIÓN

Militantes del Partido Acción nacional (PAN) mostraron su repudio al caciquismo impuesto por el actual diputado local, Jorge Vera Hernández, a quien acusan de haber secuestrado  dicho partido y convertirlo en un medio para aferrarse al poder político a través de lo que él mismo denomina Grupo Álamo, como si se tratara de un cártel mafioso.

 

En una carta que circula entre los miembros del blanquiazul se hace saber las quejas contra el mal político,  a quien reclaman que está muy lejos de aquel empresario ganadero que pregonaba honestidad cuando lo hicieron candidato y que hoy en día se ha convertido en un dictador al interior de ese partido sin aceptar críticas ni a aquellos que lo cuestionen.

 

 

El documento emitido por los panistas, contundente en su contenido, recuerda que Vera Hernández ya ha sido dos veces Alcalde de la citrópolis, dejó a su asistente Ricardo Arturo Serna Barajas como presidente municipal y ahora pretende colocar como diputado federal a Roberto Cortés Hernández, su chofer.

 

Los propios panistas no cuestionan el origen humilde del actual candidato a Diputado federal, sino su subordinación, casi indigna, hacia todo lo que Vera Hernández ordena, lo que solo garantiza que aquel cumplirá a pie juntillas la voluntad del cacique panista.

 

La militancia advierte que esto solo llevará a una derrota electoral de niveles catastróficos y dan constancia de que en  Tuxpan, Cerro Azul, Tepetzintla, Cazones, Tamiahua e incluso en el

propio Álamo, “hay muchos panistas inconformes, decepcionados y angustiados de lo que está sucediendo con la candidatura del desconocido Roberto Cortez Hernández”.

 

 

Los inconformes rematan acusando al Grupo Álamo de utilizar al PAN para sus fines personales y de grupo, “como una verdadera mafia, como un grupo de hampones al más puro estilo de la Cosa Nostra, y si los panistas de Álamo se lo permiten, allá ellos, nosotros en Tuxpan, y en las otras ciudades, no seremos cómplices de esto”.