¡Trampa mortal la Zamora-Cardel!

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-Carreteras destrozadas un peligro para conductores

Por María Elena Ferral

La mala calidad con la que son construidas, las lluvias constantes y la eventualidad con las que son reparadas las carreteras del norte veracruzano, las convierten en un verdadero peligro para los conductores que a diario tienen que transitar, lo que implica un grave riesgo pues además de las fallas mecánicas que sufren las unidades, también sufren de ponchaduras al caer en los enormes baches que existen sobre la carretera federal 180 Matamoros-Puerto Juárez, en el tramo Gutiérrez Zamora-Cardel, considerada ya como una trampa mortal.

Las carreteras federales y los ramales estatales del norte veracruzano se encuentran totalmente destrozados y representan un peligro a diario, hasta solo provocan ponchaduras de todo tipo de unidades, muchas de ellas en tramos en donde los conductores difícilmente encuentran apoyo por ser tramos aislados, quedando en riesgo hasta de ser víctimas de un asalto, pero además pueden ser causa de fatales accidentes en los que las víctimas pueden no solo ser automovilistas de la región, sino de muchos otros puntos del país, incluso del extranjero que se vean en la necesidad de utilizarlas.

Un claro ejemplo del destrozo que sufre esa importante vía de comunicación federal que conecta con el sur del país y que es utilizada para trasladarse a la Capital del Estado, así como al Puerto de Veracruz, es el tramo Gutiérrez Zamora-Casitas-Nautla-Vega de A la Torre, Carranza-Santa Ana-Palma Sola-Cardel, la cual está llena de enormes baches y socavamientos, que saltan a cada metro de esa carretera federal en donde no hay señalización que advierta a los miles de conductores de autos, camiones y unidades pesadas que a diario circulan, sobre los daños que presenta a consecuencia de las lluvias.

Las carreteras federales y estatales del norte veracruzano y los conductores, llevan meses esperando que los gobiernos federal y estatal la rehabiliten porque están llenas de baches, hundimientos y socavones que con las lluvias se tapan y que a diario provocan que los conductores caigan en ellos y terminen con uno o más neumáticos reventados, en los últimos meses han estado esperando que se destinen recursos para su rehabilitación, pues las carreteras están “para llorar” y sin esperanza de ser rehabilitadas pues los tiempos electorales distraen la atención de los funcionarios de los tres niveles de gobierno.