Pese a frío viven tradición del “Día del niño perdido”

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-Una temperatura de 16 grados centígrados y precipitaciones ligeras no frenaron a quienes salieron abrigados, en su mayoría niños y niñas, a colocar las velas que tradicionalmente se encienden

DE LA REDACCIÓN

La baja en la temperatura registrada este 7 de diciembre en esta ciudad no fue impedimento para que familias mantuvieran la tradición popular del “Día del Niño perdido” colocando velitas a las afueras de sus viviendas, de negocios y de espacios públicos de la ciudad.

Una temperatura de 16 grados centígrados y precipitaciones ligeras no frenaron a quienes salieron abrigados, en su mayoría niños y niñas, a colocar las velitas que tradicionalmente se encienden durante este día.

En espacios como el parque “Benito Juárez” y tramos del camellón central del bulevar Adolfo Ruiz Cortines fueron iluminados con las velitas a través de la cual, la creencia popular, sirven de camino para el Niño Jesús.

Alondra y Miguel, de 13 y 9 años, acompañados por sus padres de familia arribaron al parque “Benito Juárez”, originarios de Monterrey, Nuevo León, y que por primera ocasión tuvieron conocimiento de esta tradición.

“Nosotros no la conocíamos, allá no se sigue, pero estamos aquí desde hace unos meses y nos comentaron, nosotros quisimos traer a nuestros hijos y se animaron a poner las veletas, es algo único y que debe preservarse, todas nuestras tradiciones en el país son muy valiosas”, expresó Miguel Méndez, padre de los menores.

Esta popular celebración en el norte veracruzano es una conmemoración al pasaje bíblico cuando el Niño Jesús se extravía en Jerusalén y sus padres lo encuentran tres días después en el Templo de Salomón, donde estaba platicando con los sabios. 

Cada 7 de diciembre en Poza Rica y municipios de la zona norte de Veracruz se realiza el encendido de las velas que iluminan las calles. Las velas se encienden para recordar este pasaje e iluminar el camino de Jesús y ayudarle a regresar a casa, aunque también hay quienes piensan que las velas encendidas sirven para encontrar a los niños extraviados, ayudarlos a regresar a casa, así como sucedió con el Niño Jesús.