La dislipidemia la dulce agonía de comer chatarra

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DE LA REDACCIÓN

La dislipidemia es una anomalía en el equilibrio de los lípidos en la sangre, es decir, que hay una diferencia entre las grasas y las substancias que la transportan a las diferentes partes del cuerpo, o a través de la circulación sanguínea.

Los dos tipos de lípidos más importantes en el organismo son el colesterol y los triglicéridos, los cuales son producidos en parte por el propio cuerpo y también entran en él o por medio de los alimentos que se ingieren, explicó el jefe de Prestaciones Médicas en la Delegación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Veracruz Norte, Vicente Espinosa Rico.

La dislipidemia se clasifica en hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia y mixta; la hipercolesterolemia consiste en la presencia de colesterol en sangre por encima de los niveles considerados normales, y dependerá de la dieta, sexo, estilo de vida y la síntesis interna.

La hipertrigliceridemia se caracteriza por el aumento de los triglicéridos por arriba de 200 miligramos por decilitro de sangre. Son un tipo de lípidos formados en el intestino a partir del consumo de  alimentos grasos, azucarados y del alcohol, aunque también son producidos en el hígado.

Casi el 50 por ciento de los adultos están en riesgo de sufrir enfermedad coronaria; las personas con valores de colesterol superiores a 265 miligramos, tienen cuatro veces más riesgo de enfermedad coronaria que aquellas que tienen 190 miligramos o menos; los enfermos con ateroesclerosis coronaria, tiene en promedio un colesterol total de 225 miligramos.

Por tal motivo, en la lucha contra la obesidad y el sobrepeso, se recomienda consumir con moderación: crema, mantequilla, margarina, mayonesa, carnes rojas, embutidos, huevo, azúcar refinada, miel, mermelada y alimentos enlatados; recuerde acudir a PrevenIMSS de su Unidad de Medicina Familiar para recibir mayor información para establecer una vida más saludable.