Desarrollan roboterapeutas

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Estudiantes del ITSPR trabajaron durante seis meses en la programación y diseño de un robot que permite hacer más divertidas las terapias de niños con autismo y discapacidad motriz

Édgar Escamilla

Poza Rica

Al interior del aula de robótica del Instituto Tecnológico Superior de Poza Rica (ITSPR), un grupo de alumnos del octavo semestre de la carrera de Ingeniería Mecatrónica muestra un video, aparece un niño realizando algunos movimientos frente a lo que parecería un controlador de videojuegos; el fondo, un pequeño robot se mueve a la par de los movimientos del pequeño. Han llevado la tecnología más allá de los salones de clase.

Son Óscar Israel Granillo de León, Mario Alberto Segura Méndez, Elihu Martínez Hernández, Antonio Montiel Pérez y Erik Omar Santiago Santos, quienes participaron en el proyecto Kinny Race yFiguras Rompibles. Los tres primeros en el diseño y manufactura, los dos últimos en la programación. Un trabajo de equipo que busca mejorar las condiciones de vida de niños con autismo y discapacidad motriz.

 

Como el resto de sus compañeros, han participado en eventos nacionales e internacionales de robótica, en los que han presentado robots seguidores de línea y zumobots. De estos proyectos surgió la iniciativa de llevar ese conocimiento más allá de los tatamis en los torneos y darle una aplicación social.

Kinny Race es un producto de los seguidores de línea, se trata de un pequeño dispositivo controlado de forma inalámbrica, que obedece a las instrucciones que un operador realiza frente a un sensor de movimiento. Se inició con pequeños dispositivos rústicos, pero al ser para niños, se buscó diseñar una carcasa más amigable, naciendo así el diseño de una catarina.

Uno de los componentes principales es el controlador de juegos conocido como Kinnect, que  reconoce al niño frente a él e interpreta sus movimientos para accionar los motores del robot. A la par desarrollaron el programa de Figuras Rompibles, que bajo este mismo concepto, muestra figuras geométricas en una pantalla, las cuales pueden ser atrapadas por el niño.

Aplicaciones

Este proyecto busca formar parte de las terapias de niños con autismo y problemas de motricidad. A decir de los desarrolladores, las terapias pueden resultar tediosas para los pequeños, estar repitiendo la misma rutina una y otra vez.

El sensor reconoce el cuerpo y lo traduce a un patrón, después de diez segundos se puede controlar el robot de forma inalámbrica. Con la mano izquierda se enciende el motor izquierdo y con la derecha, el motor derecho. Dependiendo de la mano que levante, será el motor que entra en acción; sí levanta ambas manos al mismo tiempo, el robot avanzará hacia adelante.

Tomó entre seis y ocho meses lograr la programación del robot, dos de los cuales se utilizaron en el desarrollo del prototipo.

“El primer prototipo era muy sencillo, una carcasa de metal, que se modificó a una forma más amigable, se había pensado en un perro, pero los terapistas nos recomendaron cambiarlo y fue así que surgió la forma de la catarina”, comentaron los desarrolladores.

La tecnología al servicio de la humanidad

Kinny Race resulta ser una tecnología muy barata y que podría ayudar en las terapias de niños con autismo, utiliza materiales reciclados para la construcción de la estructura interna y de la carcasa protectora.

Los estudiantes resaltan su interés por que esta tecnología cumpla con su propósito y están dispuestos a donar estos dispositivos a los centros de atención de niños con autismo y discapacidad motriz; inclusive, se ofrecen a capacitar a terapeutas para su uso y colaborar en el mantenimiento.

Una experiencia que cambió sus vidas

 Además de verse en la necesidad de entender la programación del software de Kinnect y modificarlo para lograr el movimiento del robot, los estudiantes del Tecnológico de Poza Rica convivieron con niños autistas y con discapacidad motriz, que reciben terapias en el Centro de Atención Multidisciplinario Danitos, ubicado en el municipio de Coatzintla; de quienes aprendieron las necesidades a las que se enfrentan diariamente e interpretarlas para programar los dispositivos.

 

Kinny Race y Figuras Rompibles participó en marzo pasado en el concurso Proyectos Multimedia en la ciudad de Guadalajara (Jalisco) en el que obtuvieron el segundo lugar y la medalla de plata. Ahora se preparan para presentarlo en la etapa regional de Innovación Tecnológica de la Dirección General de Educación Superior Tecnológica (DGEST).