Extienden alerta en playas por manchas de petróleo

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Integrantes del Comité de Vigilancia Ambiental Participativa avistaron las enormes masas de hidrocarburo flotando frente a Chaparrales

 

Édgar Escamilla

Cazones

Este fin de semana continuó apareciendo gran cantidad de residuos de hidrocarburos solidificados en las costas del municipio de Cazones, específicamente en la comunidad “Marco Antonio Muñoz” (Chaparrales), obstaculizando la labor de voluntarios del campamento tortuguero.

De acuerdo con reportes de los voluntarios, que diariamente recorren ocho kilómetros de playas en busca de nidos de tortugas, aunque las masas de chapopote no son tan grandes como las encontradas el pasado jueves, sí ponen en peligro la vida de los quelonios en el mar.

 

El pasado jueves, mientras se intentaba reintegrar a su hábitat natural a tres tortugas equipadas con un transmisor de rastreo, los integrantes del Comité de Vigilancia Ambiental Participativa avistaron las enormes masas de hidrocarburo flotando frente a Chaparrales, procediendo a su retiro.

Como se mencionó anteriormente, personal de Petróleos Mexicanos (Pemex) hizo acto de presencia en el sitio para constatar los hechos; sin embargo, hasta este fin de semana no había retornado para darle un confinamiento seguro a las enormes masas de chapopote.

El pasado sábado, de nueva cuenta, aparecieron estas masas en la orilla de la playa. Con las altas temperaturas tomaron una consistencia chiclosa, lo que ocasionaba que gran cantidad de conchas marinas quedaran adheridas a ellas.

De igual forma se podían observar pequeños trozos pegados en algas que el propio mar se encarga de sacar a tierra firme, lo que a decir de los voluntarios, podría poner en riesgo a la fauna que las consumiera al confundirlas con alimento.

Los voluntarios hicieron un llamado enérgico a Pemex para que envíe personal  especializado a levantar estas masas de petróleo y les dé el confinamiento adecuado.

Eleazar García, encargado del campamento, informó que actualmente se presenta el arribo de tortugas de la especie Lora, por lo que han intensificado los recorridos por la zona de desove para evitar que estos residuos pudieran afectar la llegada de los quelonios.

 

Los huevos que son rescatados se transportan al campamento, ubicado a inmediaciones de la comunidad, donde son vigilados constantemente hasta su eclosión y posterior retorno de las crías a su hábitat natural.