Se recrudece la violencia

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-Repuntaron las extorsiones, secuestros y robo de combustible en territorio estatal.

Por Juan David Castilla Arcos

El cambio de gobierno en Veracruz permitió la entrada a nuevos cárteles del narcotráfico para la disputa de la plaza.

En este estado se encuentra el puerto comercial más importante de la República Mexicana. Representa la entrada y salida al mundo.

Su localización geográfica es estratégica para los grupos criminales. Es el único vecino de dos lugares fronterizos en el país: Tamaulipas (al norte) y Chiapas (al sur).

Representa un corredor natural, sobre todo de armas, migrantes y estupefacientes, negocios ilícitos actualmente más redituables a nivel internacional.

De acuerdo con Jorge Rebolledo Flores, investigador del Colegio de Veracruz (Colver), la transición de gobierno ha influido en el recrudecimiento de la violencia.

“Pero la violencia no se dio con el cambio de este gobierno, se dio por lo menos desde principios del gobierno de Javier Duarte. ¿Qué tiene Javier Duarte que hizo a este estado tan violento?, bueno, ya un poco lo sugiere la experiencia del saqueo a las arcas del estado, la corrupción y la impunidad”.

Además, la guerra que emprendió el expresidente Felipe Calderón Hinojosa contra los cárteles del narcotráfico dificultó el trasiego de drogas por la entidad veracruzana.

Lo que impidió a los grupos delictivos continuar lucrando con el negocio ilícito mencionado y, por ello, debieron buscar otras actividades.

Repuntaron las extorsiones, los secuestros y el huachicol (robo de combustible) en territorio veracruzano.

“El huachicol, que siempre estuvo presente en el estado, se incrementa hacia la cuenca del Papaloapan y demás, y en esa zona se está concentrando la presencia de nuevos grupos delictivos, que hacen muy particular el fenómeno”.

Se trata de 23 de los 212 municipios de Veracruz donde la delincuencia organizada ha ganado más terreno: Tierra Blanca, Ignacio de la Llave, Alvarado, Tres Valles, Cosamaloapan, Ixmatlahuacan, Acula, Tlacotalpan, Saltabarranca, Lerdo de Tejada, Ángel R. Cabada, San Andrés Tuxtla, Santiago Tuxtla, Otatitlán, Tlacojalpan, Tuxtilla, Chacaltianguis, Carlos A. Carrillo, Amatitlán, José Azueta, Isla, Juan Rodríguez Clara, Playa Vicente, Santiago Sochiapan, Tezonapa y Zongolica.

SEIS CÁRTELES EN VERACRUZ

La aparición de cuerpos desmembrados y con el tiro de gracia muestra la presencia de diferentes grupos delictivos en la entidad.

“La frase que todo mundo en México conoce: se están peleando la plaza”, añade Rebolledo Flores.

Desde marzo pasado, los informes presentados por la Procuraduría General de la República (PGR), en cuanto al mapa delincuencial de las organizaciones criminales en todo el país, revelan que al menos seis bandas del crimen organizado operan en la entidad.

Se trata de Los Zetas, Cártel del Noreste Z, Cártel Jalisco Nueva Generación-Pueblos Unidos Mata Zetas, Cárteles Unidos (cártel de Sinaloa unido con los Ántrax y Mando Sur Gente Nueva), Jarochos Unidos y Zetas vieja escuela cártel del Golfo.

“Cada grupo utiliza diferentes mensajes. Hay grupos que se dedican al asalto a bancos y que se presumen como de un grupo para inferir miedo en la población”.

Investigadores de distintas instancias académicas coinciden en que el panorama para la entidad es desalentador.

El recrudecimiento de la violencia ha superado a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), a cargo de Jaime Téllez Marié; a la Fiscalía General del Estado (FGE), cuyo titular es Jorge Winckler Ortiz; y a todas las instituciones.

“Es un fenómeno multifactorial, no podemos señalar a solo una institución o a un solo hombre. Es, incluso, también de la sociedad civil entender estos puentes de comunicación para advertir y ayudar en los programas de prevención del delito, para no ver lo que se está viendo en la entidad”.

NARCOMANTAS 

Y es que en junio pasado aparecieron narcomantas en el municipio de Acayucan, localizado al sur de Veracruz.

Presuntamente se trataba de mensajes por parte del Cártel de Jalisco Nueva Generación.

“A toda la población nosotros a palos el cártel de Jalisco Nueva Generación por este medio hacemos de su conocimiento que hemos llegado a esta ciudad y que la pelea que se va a suscitar no es contra civiles, empresarios ni con quien no interfiera en nuestro trabajo, pero sí eliminaremos a todos los Zetas chapulines”, se lee.

También en marzo, luego del asesinato de una maestra y un joven, aparecieron dos narcomantas en Minatitlán.

Advertían a la población sobre una guerra entre sicarios que, a su juicio, afectaría a civiles.

El mensaje fue emitido presuntamente por Z Vieja Escuela y CDG Juntos en la Batalla.

“MINATITLÁN YA ESTAMOS AQUI!! Y MAZ FUERTEZ QUE NUNCA NOSOTROZ ZI ZALIMOS AL TOPON, NO CORREMOZ, NO NOZ EZCONDEMOZ, VAMOS A ALINEARLOZ. PD: A EZOS COMANTANTEZ DE LA AVI QUE PREZUMEN DE SER JALIZCAZ YA SABEMOS TODO DE UZTEDES, MUY PRONTO LEZ DAREMOZ UNA ZORPREZA”, se lee en letras mayúsculas y con garrafales faltas ortográficas.

Lo mismo ha ocurrido en Poza Rica –zona norte– y hasta en la capital del estado.

GUERRA POR MEGAPROYECTOS

La minería a cielo abierto también podría propiciar el fortalecimiento de la delincuencia y la violencia en Veracruz.

El académico del Colver cree que los proyectos mineros y la llegada de empresas canadienses llamarían la atención de los grupos criminales.

“Tradicionalmente se pensaba que hay mayor crimen donde hay más pobreza, es decir, si te quedas sin empleo lo único que te queda es delinquir, lo que estamos ahora viendo en muchas regiones del Golfo es que es al contrario”.

El especialista consideró que en diversos municipios de la región del Golfo de México, donde existen más inversiones y dinero, se centran los grupos delictivos.

“Con todas las mineras que están viniendo, la infraestructura que se está creando es un foco de atención para todos estos grupos que están esperando a la gente que va a venir a trabajar en todos esos proyectos de infraestructura”.

Es “mentira” que en la entidad no haya circulación de capital por el desfalco financiero que heredó el exgobernador Javier Duarte de Ochoa, versión que ha hecho pública de manera reiterada el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares.

“Sí hay (dinero), está llegando de algunos lugares por todas estas mineras canadienses y algunos recursos siguen en el estado, a pesar de que aparentemente lo saquearon, sigue habiendo recursos”.

Activistas han denunciado que el proyecto minero La Paila, antes conocido como Caballo Blanco, en el municipio de Alto Lucero, fue detenido de manera temporal con fines políticos y electorales; sin embargo, el año próximo podría reactivarse.

La empresa canadiense Candelaria Mining Corporation busca explotar oro, plata y cobre.

MEGAPROYECTOS LIGADOS AL CRIMEN 

Además, el pueblo está en contra de esos trabajos. Podría desatarse una guerra.

La violencia en la región del Golfo de México exhibe una dinámica particular, en comparación con otras zonas del país.

“En el estado de Veracruz se registra esta violencia, esta inseguridad, en los últimos años, regiones que históricamente habían sido violentas, pero con nuevas condiciones, lo cual nos llama la atención porque el estado se puede convertir en la nueva guerra, a futuro”.

Lo anterior, sobre todo por los proyectos de minería a cielo abierto, la construcción de oleoductos y la explotación de otros recursos naturales.

El proyecto La Paila ha sido criticado, toda vez que para la exploración requiere explosivos muy cerca de la Planta Nucleoeléctrica de Laguna Verde.

El daño ecológico sería irreversible. Por ello, los trabajos fueron presuntamente detenidos.

CRISIS GUBERNAMENTAL 

Martín Aguilar Sánchez, académico del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales de la Universidad Veracruzana (UV), considera que el sistema político de Veracruz está en un proceso de crisis.

“Lo que estamos viendo es que en algunos estados, los sistemas políticos estatales autoritarios están también en un proceso de crisis, están las lógicas económicas, que son los megaproyectos: las mineras, el petróleo, etcétera y está la propia lógica del crimen organizado, entonces ¿cómo se vinculan estas tres lógicas o no se vinculan?”.

Y es que en algunos sistemas políticos a los megaproyectos ya no les interesa tener las autorizaciones por parte de los gobiernos para llevar a cabo los trabajos correspondientes.

“Ya actúan también por cuenta propia, si el Gobierno estatal los apoya, qué bueno, si no los apoyan, pueden invertir. Tenemos el caso de las mineras o de la última etapa petrolera que tiene que ver con la intensificación de la explotación petrolera con el fracking”, añade el especialista.

Dicha situación se observa en Campeche, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y otros estados de la república mexicana.

“Qué pasa en Veracruz que tenemos una transición de la alternancia, ha cambiado o no la cultura política, qué está pasando en términos concretos con las organizaciones”, alerta.