Rinden homenaje a Camilo Castagne

el

DE LA REDACCIÓN

En estos días de Navidad, de encuentros con los seres queridos, los amigos, las amigas, los compadres; al interior de la familia Castagne Velasco, trataron de omitir un nombre, evitaron hablar de él, porque el dolor de su ausencia es tan grande, que les impide estar bien, extrañan al bromista Camilo.

Los seis hermanos y hermanas crecieron juntos bajo el cuidado de un padre que se dedicó a trabajar en el transporte y una madre que los despertaba temprano para mandarlos a la escuela, y después de hacer la tarea podían salir a jugar con los vecinos en el barrio de La Jungla, eran los años 70,s 

Camilo Castagne Velasco y su familia emigraron a Xalapa y después al puerto de Veracruz, para que pudieran estudiar algunos la secundaria, otros en la preparatoria y unos más en la Universidad. 

Camilo se fue a vivir a Puebla. Ahí estudió un semestre de la carrera de medicina en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), pero  cuando se enteró de la convocatoria para ingresar a la Policía Federal dejo la escuela superior.

"No lo pensó. Fue, se inscribió, pasó los exámenes y se quedó en la Academia. Él siempre quiso ser policía, desde niño, nos contaba que quería ser Policía. Iba a ser médico porque a mi mamá le daba miedo que le fuera a pasar algo malo, por eso iba a estudiar medicina, pero Camilo siempre lograba lo que quería ser y lo logró, fue Policía" refiere una de sus hermanas.

Otra de sus hermanas participa en la plática, y recuerda que a Camilo le gustaban los corridos mexicanos interpretados por el cantante “Francisco El Charro Avitia”, y esto lo hacía porque a su padre Sergio Castagné cuando manejaba su camión los escuchaba.

Camilo es el cuarto de seis hermanos y hermanas, y lo recuerdan como un hombre de familia y de trabajo.

Una de sus hermanas, mayor que él, refiere que todos en su familia tienen “mucho” que agradecerle a Camilo, porque los ayudaba, los aconsejaba, los protegía y su gusto era hacerles bromas y reírse con ellos.

Pero, en esta Navidad del 2017, especificaron que la petición de su mamá, fue hablar lo menos posible de Camilo, no tratar el tema, no mencionarlo, porque el dolor sigue ahí, y aun no terminan de aceptar que fue asesinado, “porque siempre fue bueno, siempre fue un hombre bueno”, finalizaron.

En la cabecera municipal de San Rafael fue colocado un busto del excomisionado de la Policía Federal en Veracruz, Camilo Castagne Velasco, asesinado el 24 de junio del presente año, por un comando armando, en Ciudad Cardel, cuando se encontraba en un restaurante.