Cuesta de enero podría prolongarse hasta marzo

el

-No hay dinero ni ventas, lamentan

Por Juan David Castilla Arcos 

Bolear zapatos a los exalcaldes Reynaldo Escobar Pérez, Ricardo Ahued Bardahuil y Américo Zúñiga Martínez ha sido una de sus mejores experiencias. Don Víctor ha destinado 45 años de su vida al oficio.

El parque Benito Juárez de Xalapa ha sido su lugar de trabajo por 34 años. Allí los exgobernadores Miguel Alemán Velasco y Javier Duarte de Ochoa se han paseado y, alguna vez, fueron “sangrones” con él.

Actualmente, Víctor Hernández Morales se sienta en el lugar de los clientes por falta de trabajo. Lee el periódico o contesta mensajes a sus familiares en su celular.

La cuesta de enero ha ocasionado pérdidas a su bolsillo de hasta 20%. Cree que la inestabilidad económica podría prolongarse hasta marzo.

Las cuentas no le salen. Cada vez es más difícil llevar el sustento diario a su hogar. Por fortuna, sus dos hijos son mayores –uno albañil y el otro empleado– dejaron de depender de él.

El adulto mayor no ha tenido la suerte de lustrar los zapatos del actual mandatario estatal Miguel Ángel Yunes Linares; sin embargo, alguno de sus 21 compañeros betuneros han gozado dicha oportunidad.

“El gobernador es una persona llevadera con la gente. Un político así debe ser, allegado a la gente. No porque sea gobernador no salude a la gente, porque muchos no lo hacen. Tuvimos dos gobernadores muy sangroncitos: Javier Duarte de Ochoa y el canijo de Miguel Alemán Velasco”, recuerda.

Las propinas de gobernantes siempre son de gran ayuda. Aunque cobran 25 pesos por boleada, con ellos, siempre obtienen un “plus”.

Don Víctor es considerado un vendedor fijo o semifijo del lugar. No está en la informalidad. Su vasta experiencia le permite afirmar que en los últimos años la crisis económica no había sido tan severa.

El oficio permitió a Hernández Morales hacer amistad con los expresidentes municipales Reynaldo y Ahued; sin embargo, dicha situación no satisface las necesidades económicas de su familia.

“Eran muy amistosos, siempre me estaban preguntando qué cómo me iba en la chamba, les decía que más o menos y me respondían: qué bueno, pues échale ganas a tu oficio como lo sabes a hacer. Reynaldo sí daba propina, era cuate, también don Ricardo Ahued, un buen amigo empresario, es a todo dar, viene se bolea conmigo y me da una cacherita (dinero extra)”, narra.

PÉRDIDAS ECONÓMICAS DEL 90%

A unos 30 metros de su silla de bolero, se encuentra una caseta de dulces y frituras, propiedad de Yolanda Romero Rojas, secretaria general de la Unión de Vendedores Fijos y Semifijos del Parque Juárez.

La crisis económica ha sido más devastadora para ella. Ha registrado pérdidas del 90%, debido a la cuesta de enero.

El domingo pasado vendió poca mercancía y solo pudo recaudar 200 pesos, también a consecuencia de las bajas temperaturas registradas en la ciudad. 

Algunos comerciantes deben miles de pesos al Ayuntamiento de Xalapa. Se endeudaron durante los cuatro años de la administración de Américo Zúñiga.

La exsubdirectora de Comercio, Clorinda Ferral Ferrando, les cobraba de manera anual más de dos mil pesos por el permiso y la cédula.

“Pagábamos al año dos mil pesos, pero muchos, como no han podido recuperar ventas, deben los cuatro años, unos abonaron, otros lo mínimo pero también abonaron”.

La exfuncionaria municipal ya les había sentenciado: “¡si no pagan todo, les cancelo los permisos comerciales!”. Los vendedores, alarmados, solicitaron créditos bancarios para no perder su único empleo y fuente de ingresos.

La nueva administración, que encabeza el alcalde Hipólito Rodríguez Herrero, permitirá a los deudores “que paguen como puedan”, hasta ponerse al corriente.

SITUACIÓN DIFÍCIL PARA EMPRESARIOS

Para el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Xalapa, Gerardo Libreros Cobos, esta época es complicada para el sector empresarial y la población en general.

A su juicio, la cuesta de enero podría prolongarse a mediados de febrero por las difíciles condiciones económicas que predominan en la entidad.

Dicha situación permitió que durante las fiestas decembrinas hubiese una importante derrama económica en la capital del estado.

El entrevistado cuenta que cada inicio de año se torna difícil, debido al alza en los precios de los combustibles y de la canasta básica. Y es que esta situación está afectando principalmente al sector industrial durante esta época.

Libreros Cobos recuerda que en años pasados la cuesta de enero se ha prolongado hasta marzo.

“Podemos remontar esta cuesta de enero muy pronto, que no se prolongue tanto, a veces hemos visto que se ha prolongado hasta marzo, ahorita probablemente a mediados del mes de febrero puede haber alguna estabilidad, en virtud de que el Gobierno del Estado sigue pagando puntualmente”. 

MIENTE PROFECO

La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) niega que hayan aumentado los precios de la canasta básica durante este año; sin embargo, comerciantes opinan lo contrario. 

En la capital del estado pudo constatarse que el kilogramo de tortilla de maíz subió dos pesos durante los primeros días de enero. 

La tortilla, uno de los productos de mayor consumo en México, costaba 12 pesos en diciembre, precio que se elevó a 14, antes del día 3 de este mes.  Los mismos vendedores atribuyeron dicha situación al alza en los precios de los combustibles. 

Sin embargo, el delegado de Profeco, Marcos Castillo López, rechazó dicha situación y argumentó que el kilogramo de tortilla de maíz se mantiene entre 12 y 17 pesos, en algunos municipios de la entidad. 

A su juicio, se han efectuado operativos para evitar que los precios de la canasta básica se disparen en algunos establecimientos. 

Otros comerciantes de Xalapa han manifestado que durante este año se elevaron los precios de la harina, las mantequillas, azúcar, huevo y la fruta. 

Hasta el 2 de enero, el cono de huevo costaba 58 pesos; sin embargo, actualmente, su precio es de 64 pesos. 

CASAS DE EMPEÑO, LAS BENEFICIADAS

Las casas de empeño han registrado ganancias de hasta 80% por la cuesta de enero. 

Manuel Tamayo Nava, gerente de una de estas tiendas, cuenta que la gente empeña teléfonos celulares, hornos de microondas, refrigeradores, lavadoras y hasta sus estufas por la crisis económica. 

Afortunadamente, dice, el 85 o 90% de los clientes recuperan sus prendas, toda vez que se trata de artículos que realmente necesitan.