Amadeo Flores Espinosa, su historia tras el poder

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-Dirigente por varios años de la de la organización del PRI, vía veracruzana que sumó su apoyo del candidato del PAN, Miguel Ángel Yunes Márquez, tiene detrás un historial de señalamientos

DE LA REDACCIÓN

“En Cardel yo no me meto, ahí están los zetas”, respondió el entonces procurador del estado Amadeo Flores Espinosa a una madre que buscaba a su hijo desaparecido durante el gobierno de Javier Duarte de Ochoa y que este fin de semana se prodigó como simpatizante del candidato de la alianza “Por Veracruz al frente” a la gubernatura del estado, Miguel Ángel Yunes Márquez.

Durante 40 años se asumió con un priísta de cepa, hasta que los señalamientos en su contra derivados de su función como procurador del estado en torno a las desapariciones forzadas lo obligaron a dejar el “retiro de escenarios políticos” y hacer que la organización que lidera desde su fundación hace 20 años, Vía Veracruzana, al menos de facto, se usara al proyecto del hijo del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares.

Desde que se dio a conocer este acercamiento con el candidato, las críticas por “su traición” han llenado las columnas políticas e incluso el líder estatal del Partido Revolucionario (PRI), Américo Zúñiga Martínez, dejó entrever una sanción por parte del partido en su contra.

Flores Espinosa -ex líder del partido tricolor en el estado- inició su carrera en el Poder Judicial durante la década de los 70, pero fue hasta el Gobierno de Fidel Herrera Beltrán que logró figurar como Secretario Ejecutivo del Consejo Estatal de Seguridad Pública, aunque antes ya había sido secretario de Gobierno durante la administración de Agustín Acosta Lagunes,

Al término del “fidelato”, el oriundo de Cotaxtla transitó al gobierno de Javier Duarte de Ochoa, en donde siguió a cargo de la entonces Procuraduría Justicia del estado hasta 2014, cuando fue relevado por Luis Ángel Bravo Contreras.

En este tiempo, Flores Espinosa si bien dejó el liderazgo (al menos en el papel) de la asociación, no lo hizo sin antes lograr que su hijo Amadeo Flores Villalba fuera nombrado magistrado del Poder Judicial del Estado, cuando aún era procurador de justicia.

Ahora se sabe que durante su gestión al frente de la PJE, ocurrió la desaparición y posterior asiento del cantante Gibrán Matiz, en que se presumía la participación de elementos policiacos, y ante lo cual Flores Espinosa aseguró que tanto el cante como un amigo suyo habían sido abatidos durante un enfrentamiento con delincuentes.

Este caso fue investigado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CEDH) que determinó que se debía reponer el proceso contra los policías que anteriormente habían sido absueltos.

Según investigaciones periodísticas derivadas de juicios contra de la ex fiscal regional de Xalapa, Carlota “N” y el director de Periciales, Gilberto “N”, altos mandos judiciales estaban al tanto de las desapariciones forzadas realizadas por policías estatales y que cuyo encubrimiento estaba en manos de un grupo denominado como “Los Chacales”.

Y es que en los últimos meses se ha hecho una exigencia por parte de activistas y familiares de desaparecidos, de que la investigación sobre desapariciones forzadas no solo abarque el periodo de Bravo Contreras al frente de la Fiscalía General del Estado (FGE), sino que se remonte a los tiempo de Flores Espinosa.

En una entrevista reciente, la vocera del grupo de búsqueda Solecito, Lucia de los Ángeles Díaz Genao, insistió en que debe haber una investigación por hechos evidentes de corrupción y opacidad durante la gestión de Amadeo Flores.

“Mi propio caso lo platiqué con Amadeo y de verdad fue una persona totalmente alejada de todo el tema de desaparecidos. No hizo nada en absoluto por investigar y detener todo esto”, refirió a medios de comunicación.

Descobijado por el PRI, ahora el sempiterno líder de la asociación ahora ofrece su apoyo sin tapujos al candidato pianista Yunes Márquez, algunos dicen, a cambio de impunidad.

Esto, a pesar de que como dirigente del PRI estatal, aseguró que la “fortuna incalculable” de la familia Yunes Linares era el peor caso de corrupción en México.

Incluso, aseguró que la fortuna del hoy gobernador y su familia “es una vergüenza internacional para Veracruz”, pues dijo que se trata de una fortuna ilegal e inmoral.

En el PRI ya no había buena relación pues tras su paso por la dirigencia estatal del partido tricolor, este cayó en la preferencia del electorado para quedar en un tercer lugar entre los partidos.

En enero del 2016 llegó a la dirigencia del PRI, a sustituir a Alberto Silva Ramos, quien se fue a campaña por la diputación federal, tras la búsqueda del fuero constitucional. 

Frente al PRI, algunos disidentes exigieron a su líder nacional Enrique Ochoa Reza, su remoción por “los resultados fatales” logrados en las elecciones de ese año.

Sus correligionarios los acusaron incluso de tener una mala imagen durante su gestión al frente de la PJE, pues en la misiva enviada a su líder nacional achacaron que estaba acusado de “entrampar” las investigaciones en los asesinatos de periodistas como Regina Martínez y Gregorio Jiménez.

Cabe destacar que Amadeo Flores renunció a la dirigencia del PRI en enero de 2017, apenas un año después de asumir el cargo.