Hasta 250 mil pesos cuesta reparar un ducto ordeñado

el

AGENCIA

Además del desfalco que sufre Petróleos Mexicanos por el robo de combustible, la empresa nacional debe enfrentar el monto que implica reparar una toma que ha sido perforada, cuyo costo unitario oscila entre 120,000 y 250,000 pesos, de acuerdo con un informe de la Cámara de Senadores.

En el reporte “Robo de hidrocarburos en México”, llevado a cabo por el Instituto Belisario Domínguez (IBD) de la Cámara Alta, se puntualiza que la reparación de una toma requiere 24 horas de trabajos, mismo tiempo que se interrumpe el suministro de hidrocarburos a diversos centros de consumo.

A través de un análisis legislativo, investigadores del IBD destacan que en el 2014 Pemex erogó para los trabajos de reparación 45.3 millones de pesos en mano de obra.

Pormenorizan que durante ese año, las composturas costaron 360 millones; el pago por saneamiento de áreas afectadas por derrames fue de 230.9 millones de pesos, y la interrupción de bombeo y transporte costó 1,356 millones de pesos.

Una de las alternativas planteadas para no afectar el suministro es el uso de pipas para transportar combustible. Sin embargo, datos de Pemex retomados en el estudio, por cada 1,000 barriles de distribución se deben usar 12 autotanques y las ciudades pequeñas consumen entre 30,000 y 40,000 barriles diarios.

Por ello, el análisis de integrantes del Instituto Belisario Domínguez considera inviable esta operación para solventar los problemas de suministro, ya que implicaría mayor riesgo y costos; “además, es necesario recordar que los robos de combustible también se dan en estos transportes”.

MUCHAS ACCIONES, POCOS RESULTADOS

El Instituto Belisario Domínguez analizó también el impacto de las medidas instrumentadas por las distintas instancias de la administración pública federal para combatir el robo. Tomando como base cifras del periodo comprendido entre el 2006 y el 2015, concluye que este delito “sigue creciendo”.

Desde el 2007 se estableció la interconexión de las comunicaciones con los Centros de Monitoreo y Alarmas de los organismos que integraban el Grupo de Coordinación Interinstitucional para las Instalaciones Estratégicas, y así implementar sistemas de información y comunicación de alta tecnología para el combate de la delincuencia.

El instituto de la Cámara Alta da cuenta de que el 19 de septiembre del 2008 se creó el Grupo interinstitucional para el Combate del Robo, Adulteración, Transporte y Comercialización Ilícita de Combustible, integrado por los titulares de la Secretarías de Seguridad Pública-Policía Federal, de la Defensa Nacional, Marina, Gobernación, Hacienda y Crédito Público; así como de la Procuraduría General de República-DGCAP, el Servicio de Administración Tributaria y Petróleos Mexicanos.

En el 2010, por acuerdo del Consejo de Seguridad Nacional, se creó una unidad enfocada a la atención del robo de hidrocarburos y, por su parte, Pemex implementó la Estrategia Integral de Abatimiento del Mercado Ilícito.

Sin embargo, “información muestra que las tomas clandestinas han aumentado sistemáticamente”, en particular a partir del 2011, año en que casi se duplica el número respecto al 2010.

De acuerdo con cifras asentadas en el documento, en ese año el número de ordeñas clandestinas pasó de 691 a 1,324, lo cual significó un robo equivalente a 2 millones 986,000 barriles de combustible. En el 2010, el volumen estimado de robo fue de 1 millón 959,000 barriles, es decir, 52% menos que en el 2011.

Así, el IBD concluye que “el robo de hidrocarburos en el país ya es un problema que supera el ámbito económico y (...) se ha convertido en un riesgo para la seguridad nacional”.

A principios de mayo, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión urgió al gobierno de la República y a las entidades federativas a tomar las acciones necesarias para revertir el robo de combustible, y evitar el alto costo en vidas humanas, el económico, e incluso el de seguridad.

En sesión, la coordinadora de los diputados del Grupo Parlamentario de Morena, Rocío Nahle García, dijo que este tema se ha dejado crecer por más de una década. Puso como ejemplo que en el 2009 se registraron 13,259 millones de litros de hidrocarburos perdidos y en el 2012 aumentó a más de 18,000 millones, lo que equivale a más de 62,000 millones de pesos.

Refirió que en el 2016 el robo de combustible se incrementó de manera alarmante al registrar 30,000 millones de litros. Acusó que esto sucede debido a que existe una corrupción de la clase política, altos funcionarios de Pemex, personajes del crimen organizado y huachicoleros de todas las regiones.