De jóvenes deportistas a máquinas de matar

el

-Los terroristas de Barcelona

AGENCIA

Las investigaciones sobre los componentes de la célula terrorista responsable de los atentados de Cataluña ofrecen un perfil inusitado de yihadistas.

Ni inmigrantes con problemas de integración, ni combatientes regresados de Siria e Irak. La sociedad española se enfrenta con asombro a la noticia de que la docena de responsables de los dos atentados que han causado 14 muertos, cientos de heridos y un daño económico y social incalculable a Barcelona son jóvenes de un pueblo idílico de las montañas.

El modelo de inmigración en España es muy diferente al de Reino Unido, Francia o Bélgica. En España no son comunes los barrios exclusivamente de musulmanes, pero lo más parecido a eso puede encontrarse en la periferia de Barcelona, el barrio de El Raval o ciudades obreras como Barcelona y Sabadell.

Los miembros de la célula que atentó el jueves con el apoyo de Estado Islámico no entran en ese perfil. Son la mayoría vecinos de Ripoll, una localidad con 11 mil habitantes, 5% magrebíes, en un paradisíaco rincón de la cordillera de los Pirineos en el que apenas hay desempleo. Tenían entre 17 y 25 años, muchos de ellos eran familiares, estaban bien integrados y compartían círculo social.

En el pueblo, según medios españoles, se los recuerda por su habilidad jugando en el equipo de fútbol local o porque se les veía a menudo paseando en bicicleta por las plazas.

Esta cercanía entre ellos fue lo que permitió a los jóvenes conspirar para diseñar su plan asesino sin levantar sospechas.

Ninguno tenía antecedentes por terrorismo, aunque alguno sí había cometido delitos menores, como Driss Oukabir, hermano de Moussa, uno de los abatidos a disparos por la policía en el ataque de Cambrils.

Driss (28 años) vendía hachís y tuvo problemas con la policía por malos tratos. Su hermano Moussa (17 años), por el contrario, era considerado un chico modelo. Esa situación cambió en los últimos meses, cuando los jóvenes comenzaron su proceso de radicalización. La policía trabaja con varias hipótesis. Una de ellas es que los miembros de la célula comenzaron a viajar a Marruecos y Francia para visitar a alguna persona que les influyó ideológicamente y les ayudó a planear los atentados.