México debe exigir igualdad

-Para productores en TLCAN: Femeleche

AGENCIA

En la modernización del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), el gobierno mexicano debe exigir igualdad de condiciones para que los productores de los tres países (México, Estados Unidos y Canadá) compitamos con el mismo conjunto de reglas y apoyos, señaló el presidente de Federación Mexicana de Lechería (Femeleche), Vicente Gómez Cobo.

Al participar en las mesas de trabajo de la tercera ronda de negociación que se realiza en Ottawa, Canadá, señaló que mientras que en Estados Unidos y Canadá hay una clara intervención gubernamental en la determinación del precio y apoyos directos a los productores a través del sistema de Órdenes Federales y el sistema de Administración de la Oferta, así como apoyos que distorsionan los mercados, los productores mexicanos no cuentan con los apoyos ni con acceso al mercado estadounidense en las mismas condiciones que actualmente tienen los productos lácteos de aquellos países hacia México.

Por ello, dijo, se debe exigir que se desmantelen los apoyos a los productores en los países socios para competir en igualdad de condiciones.

Recordó que durante la vigencia del TLCAN, los ganaderos lecheros han visto, de manera reiterada, como las diferentes áreas del gobierno mantienen en desventaja a los productores mexicanos, quienes tienen que competir usando como base para la determinación del precio para la leche cruda, el precio de los excedentes internacionales, el cual es apoyado e intervenido en sus países de origen, por ser una actividad estratégica en su desarrollo.

Gómez Cobo consideró que en tanto se implementen estas acciones por parte de los competidores, se requiere que en México se establezca un sistema de administración de las importaciones que compense las distorsiones que causan que los precios a los que nos venden se vuelvan artificialmente bajos, derivado de sus políticas internas.

Explicó que el Sistema de Ordenes Federales de Estados Unidos discrimina el precio de su leche cruda con base a su uso, sus excedentes se destinan a Clase III y Clase IV, comercializándose por debajo del precio pagado al ganadero estadounidense.