Llegan a cárceles 6 líderes separatistas
AGENCIA
Después de ocho meses de permanecer recluidos en prisiones de Madrid y a más de 700 kilómetros de sus familiares y amigos, seis de los nueve líderes independentistas presos fueron trasladados a Cataluña, a centros penitenciarios de la región donde tendrán un módulo independiente. El traslado fue posible tras la decisión de Instituciones Penitenciarias, que depende del ministerio del Interior, presidido por el exjuez Fernando Grande-Marlaska y que contó con el visto bueno del presidente español, el socialista Pedro Sánchez.
En su estrategia para acercar posturas con el bloque independentista catalán, el presidente Sánchez cumplió una de las supuestas promesas que hizo a los diputados secesionistas del Congreso de los Diputados para que apoyaran la moción de censura que le llevó a la presidencia del gobierno español y que provocó la salida abrupta del derechista Partido Popular (PP) y de Mariano Rajoy.
Con el visto bueno del juez instructor del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, que les acusa de los delitos de rebelión, malversación y desobediencia, los políticos catalanes permanecerán en prisión cautelar mientras se instruye la causa y hay sentencia firme en prisiones de Cataluña. Una petición que habían hecho en reiteradas ocasiones sus abogados defensores y sus compañeros de partido, pero que el anterior gobierno español se negó en rotundo a considerarla.
Los políticos catalanes que ya están en cárceles de la región son el ex vicepresidente Oriol Junqueras, el exconsejero de Exteriores, Raül Romeva, el ex presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sánchez, el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, la ex presidenta del Parlamento catalán, Carmen Forcadell, y la ex consejera de Trabajo, Dolors Bassa. En las calles aledañas y próximas a las prisiones donde fueron recluidos, el movimiento independentista pintó lazos amarillos, que se han convertido en la forma de denunciar la situación de lo que ellos llaman “los presos políticos”.
Esta medida, así como el compromiso del presidente Sánchez de hablar de “todo” en su próximo encuentro con el presidente catalán, Quim Torra, permitió al Ejecutivo español aprobar en el Congreso, gracias a los votos de los partidos independentistas catalanes, la propuesta para renovar la cúpula directiva de la Radio y Televisión Pública Española (RTVE).