Trump naufraga en su propia tormenta

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AGENCIA

Donald Trump continuó naufragando en su propia tormenta, que detonó con su actuación en la cumbre con Vladimir Putin, zigzagueando con aclaraciones sobre si confía más en el ruso que en su propio gobierno, culminando con su justificación favorita (y peligrosa) de que todo la interpretación negativa de sus logros es culpa del enemigo del pueblo: los medios.

Asombrando y alarmando, por cuarto día, a la cúpula política de Estados Unidos y nutriendo teorías de que hay algo sospechoso en su incapacidad de culpar y confrontar a Putin con base en la conclusión de las 17 agencias federales de inteligencia de Estados Unidos sobre la continua intromisión rusa en las elecciones estadunidenses, Trump insistió en que la cumbre fue exitosa y, más aún, que desea programar una segunda cita con Putin, ahora en Washington, para continuar construyendo la gran relación con él.