Presidente catalán llama a nuevo referendo

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AGENCIA

El presidente de la Generalitat de Cataluña, el nacionalista Quim Torra, hizo un llamado a la sociedad catalana para llevar a cabo un nuevo referendo de independencia similar al que se llevó a cabo hace un año, con el mismo espíritu “de desobediencia no violenta”. El primer aniversario de la consulta popular que derivó en la intervención de las instituciones catalanas tras la declaración unilateral fallida de secesión ha provocado una reflexión al interior del nacionalismo, sobre todo ante la lejanía de la añorada separación del Estado español.

Hace un año, cuando gobernaba Cataluña el expresidente Carlos Puigdemont -desde hace casi doce meses refugiado en Bélgica-, la sociedad catalana fue llamada a votar en un referendo de independencia que según las autoridades sería vinculante y marcaría el futuro inmediato de la región. La votación se llevó a cabo bajo un severo dispositivo policial por parte del gobierno español, entonces presidido por el derechista Mariano Rajoy, que movilizó a más de diez efectivos policiales para intentar impedir la consulta.

A pesar de la presencia policial y de los intentos de boicots cibernéticos, el referendo de independencia se llevó a cabo gracias a la participación de la ciudadanía, que rodeo los colegios electorales y protegió las urnas. Sin embargo, a la votación únicamente acudió la mitad de población catalana proclive a la secesión, el resto decidió no participar, dejando patente la fractura social que impera en la región desde hace algo más de un lustro.

El resultado de aquel referendo fue una victoria amplía y sin paliativos del separatismo -más de 89 por ciento a favor-, con lo que las autoridades catalanas decidieron seguir su hoja de ruta y declarar el 27 de octubre la independencia unilateral, con la entrada en vigor de dos leyes -la de desconexión y la de transitoriedad- que habían sido suspendidas por el Tribunal Constitucional. Al día siguiente de la declaración en el Parlamento catalán, el propio Puigdemont decidió huir por la frontera con Francia junto a un grupo de seis consejeros más, mientras que el aparato judicial español activó una ofensiva en los tribunales que sigue abierta y en la que están siendo procesadas 23 personas, todas ellas responsables del proceso de secesión de los últimos años y nueve de las cuales están en prisión preventiva desde hace un año.