Crean agrupación contra gobierno

el

AGENCIA

Unas 43 organizaciones sociales y políticas de Nicaragua anunciaron hoy la creación de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), una coalición que buscará "la pronta salida del poder" del presidente Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.

En rueda de prensa, una veintena de dirigentes sociales divulgaron un "manifiesto" presentando a la UNAB como una alianza basada en los principios de democracia, libertad y justicia, "sin caudillismos ni vanguardias".

Entre otras "demandas urgentes", la UNAB mencionó un diálogo nacional para acordar los términos y condiciones de la transición democrática, el cese inmediato de la represión, la liberación de todos los opositores detenidos y la realización de elecciones anticipadas, con un Poder Electoral reestructurado y bajo observación nacional e internacional.

La primera gran movilización ciudadana convocada por la nueva coalición será una marcha nacional a realizarse el próximo domingo en Managua, dijeron los miembros de la UNAB. El Gobierno ha prohibido las manifestaciones opositoras en todo el país.

Entre los integrantes de la organización figuran agrupaciones de reciente formación como la Alianza Cívica, la Articulación de Movimientos Sociales y la Coordinadora Universitaria, surgidas durante las protestas contra Ortega que estallaron en abril.

También la integran movimientos feministas, campesinos, del sector privado, de profesionales, ambientalistas y de derechos humanos, así como el opositor Frente Amplio por la Democracia (FAD), que aglutina a organismos de la sociedad civil y partidos opositores.

Valle admitió que "fueron necesarias muchas reuniones y mucha voluntad para hacer coincidir distintas posiciones y estrategias, que en definitiva tienen un punto en común: que se vaya Ortega".

Por su parte, el empresario Juan Sebastián Chamorro declaró a dpa que se trata "de una unidad estratégica y táctica" para continuar las protestas cívicas. Dijo que no se ha pensado convertir a la UNAB en una coalición de tipo electoral ni tampoco se han nombrado líderes.

El presidente Ortega ha rechazado reanudar el diálogo con los opositores, a quienes llama "terroristas". A los obispos católicos, mediadores del diálogo, los acusó de ser parte del mismo supuesto "complot golpista".