Fitch cambia a "negativa" deuda soberana

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AGENCIA

Fitch Ratings anunció este miércoles que cambió de “estable” a “negativa” la perspectiva de la deuda avalada por el Estado mexicano, al advertir un deterioro en el perfil crediticio del país ante la incertidumbre por las políticas de la administración entrante.

La calificación de la deuda soberana se mantuvo en ‘BBB+’, dentro del grado de inversión.

 “La revisión de perspectivas a ‘negativa’ refleja el deterioro en el balance de los riesgos que enfrenta el perfil crediticio de México asociado con la incertidumbre y el deterioro de las políticas en la administración entrante, y los riesgos crecientes de pasivos contingentes para Pemex”, dijo la calificadora. 

La decisión fue anunciada dos días después que el presidente electo Andrés Manuel López Obrador anunció la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México, una obra de 13 mil 300 millones de dólares. 

“Si bien Fitch espera que la administración entrante continúe los aspectos centrales del marco de políticas macro, como la disciplina presupuestaria y la autonomía del Banco de México, los riesgos a la baja relacionados con la postura fiscal de la administración entrante persisten”, añadió Fitch. 

El martes por  la noche, el equipo económico del gobierno de transición dio a conocer en un comunicado que en el paquete económico de 2019 propondrá un superávit primario (ingreso menos gasto antes del pago de deuda) de 0.8 por ciento del producto interno bruto. 

Fitch advirtió ayer que existen riesgos de que el seguimiento de las reformas aprobadas anteriormente, por ejemplo en el sector de la energía, pueda detenerse con el nuevo gobierno, que entrará en funciones en un mes, y que otras propuestas de políticas resulten en una menor inversión y crecimiento de lo que se espera actualmente.

Se espera que el gobierno entrante presente un presupuesto para 2019 a mediados de diciembre, junto con un plan a mediano plazo, recordó Fitch. La calificadora mencionó que la próxima administración ha indicado que se guiará por el marco presupuestario publicado en abril por la administración actual. Esto preveía un requerimiento de endeudamiento del sector público del 2.5 por ciento del PIB.

Una declaración reciente del equipo de transición dijo que el presupuesto para 2019 apuntaría a un superávit primario del sector público no financiero (NFPS) en 2019 del 0.8 por ciento del PIB. La administración entrante también se ha comprometido a no aumentar los impuestos durante los primeros tres años de la administración. La ley de responsabilidad fiscal limita el crecimiento del gasto corriente, pero puede modificarse.

Las propuestas de que Pemex invierta en una nueva capacidad de refinación para sustituir las importaciones de gasolina implicarían un mayor endeudamiento y mayores pasivos contingentes para el gobierno”, apuntó Fitch.