Derrota parcial a Trump

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-La Cámara baja, a demócratas

AGENCIA

Lo que parece ser una ola de votación sin precedente en una elección intermedia resultó en una derrota parcial del régimen de Donald Trump: los demócratas conquistaron la Cámara de Representantes, mientras los republicanos mantendrán el control del Senado.

Pero no apareció la gran ola azul demócrata que muchos esperaban y deseaban, y a pesar de que ganaron la Cámara baja, esta elección no registró el repudio abrumador hacia Trump y su agenda que muchos opositores deseaban. Tan fue así que los republicanos estaban por ampliar su mayoría en el Senado.

Sin embargo, para la masiva coalición de mujeres, jóvenes y minorías que se han movilizado durante estos dos años en repudio a Trump y su agenda, fue un triunfo urgente y para no pocos, el inicio del rescate del país de una amenaza calificada de neofascista y marcada por la violencia ultraderechista.

Para los republicanos, retener el Senado y derrotar candidaturas de muy alto perfil como la del demócrata Beto O’Rourke, que amenazaba con sacudir el mapa político nacional en caso de triunfar sobre Ted Cruz en Texas, evitó su peor pesadilla, pero a cambio quedaron aún más subordinados que nunca a su líder en la Casa Blanca.

Desde hace unos días Trump rehusó asumir alguna responsabilidad por la derrota en la Cámara de Representantes ante los pronósticos, pero se espera que tomará el crédito por el triunfo republicano en el Senado y en algunas gubernaturas. Pero seguro no mencionará a su gran aliado antimigrante Kris Kobach, quien sufrió una derrota grave en su búsqueda por ser gobernador de Kansas, mientras otro conservador, Scott Walker, iba perdiendo su gubernatura en Wisconsin.

Tremendo éxito esta noche. ¡Gracias a todos!, tuiteó Trump.

Además de las 435 curules de la cámara baja y 35 escaños de los 100 del Senado que estuvieron en juego este martes, también hubo elecciones para 36 gubernaturas. Las más importantes en esta elección por su impacto nacional son las de Florida, donde el soldado leal a Trump, Ron DeSantis, ganó al demócrata Andrew Gillum para tomar control del tercer estado más grande del país, siempre clave en elecciones nacionales, y Georgia donde se prevé una disputa alargada.

A la vez se votaron una serie de iniciativas ciudadanas en varios estados, entre ellas la despenalización de la mariguana. Michigan aprobó legalizar la yerba, convirtiéndose en el décimo estado en hacerlo, mientras aún se esperan resultados de Dakota del Norte para lo mismo. Missouri aprobó legalizar la cannabis para usos medicinales, y se esperaban resultados en Utah en igual sentido.

Esta fue también una elección de diversidades. En Georgia, Stacey Abrams aún estaba a la espera de saber si será la primera gobernadora afroestadunidense del país, mientras Jared Polis, de Colorado, será el primer gobernador abiertamente gay. Por otro lado, una refugiada somalí y una hija de inmigrantes palestinos serán las primeras musulmanas en el Congreso, mientras estaba por determinarse la posibilidad de la primera gobernadora indígena en Idaho, y la primera indígena en el Congreso de Nuevo México.

En Nueva York, Alexandra Ocasio Cortez, socialista democrática, será la representante más joven en el Congreso. Jesús Chuy García, de origen mexicano, se sumará a las fuerzas progresistas demócratas y defensoras de inmigrantes en el Congreso.

Según encuestas preliminares del Washington Post, los dos factores más importantes citados por votantes al emitir sus sufragios fueron Trump (en una elección no presidencial) y la salud, seguidos por la economía y la migración.