Crisis humanitaria en Bahamas

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AGENCIA

Entre evacuaciones, búsqueda de víctimas y riesgos sanitarios, Bahamas se preparaba este lunes para enfrentar una larga crisis humanitaria, una semana después del devastador paso de Dorian, que también golpeó Canadá y dejó a medio millón de personas sin electricidad en las provincias de Nueva Escocia, Nueva Brunswick e Isla del Príncipe Eduardo, informó el canal CTV.

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) envió cerca de tonelada y media de suministros para los afectados en Bahamas, cargamento que permitirá suministrar agua potable a 9 mil 500 familias.

El Ministerio de Salud y la Organización Panamericana de la Salud aseguraron que ninguna isla en Bahamas ha sido puesta en cuarentena, pese a que las inundaciones pueden aumentar potencialmente la transmisión de enfermedades contagiosas relacionadas con el agua. Por el momento no se ha detectado ningún caso de cólera, ni ha aumentado el número de enfermedades infecciosas.

Dorian dejó al menos 70 mil personas sin hogar en las islas más severamente afectadas, Ábaco y Gran Bahama, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

El primer ministro Hubert Minnis indicó que Nassau no podía acoger a todas las víctimas, que temporalmente se alojarán en tiendas de campaña.

Los suministros de Unicef están ya en esta capital, adonde llegaron en avión gracias al transporte de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Incluyen más de 400 mil tabletas de purificación de agua, varios tanques de 5 mil litros para dar servicio al menos a 2 mil personas y mil bidones. Los suministros llegarán a las comunidades afectadas en los próximos días.

Cerca de 18 mil niños en las áreas de Ábaco y Gran Bahama han estado expuestos al impacto del huracán y muchos necesitan con urgencia asistencia humanitaria, destacó Unicef. Estas estimaciones se basan en cifras iniciales de la agencia para el Gestión de Emergencias y Desastres en el Caribe.

El organismo subrayó que urge recaudar 4 millones de dólares para ampliar su respuesta humanitaria y atender las necesidades más inmediatas de los niños: acceso a agua potable y saneamiento, nutrición, apoyo sicosocial y actividades de educación no formal.

Tras muy leves efectos en la costa de Estados Unidos, Dorian continuó su ruta hacia Canadá, con fuertes ráfagas hasta de 140 kilómetros por hora, lluvias torrenciales y olas de casi 20 metros.