Lucran con tortugas

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-Empresarios restauranteros de la barra de Cazones retienen tortugas marinas rescatadas con la finalidad de liberarlas hasta el 2 de agosto en la octava edición del festival de la tortuga marina

DE LA REDACCIÓN

Mientras del 2 al 4 de agosto se realizará la octava edición del festival de la tortuga marina en el municipio de Cazones, algunos empresarios restauranteros violentan la Norma Oficial Mexicana 162 de la Semarnat al retener a decenas de crías de tortugas marinas poniéndolas en riesgo de morir, denunció el presidente de la Asociación Civil Tortugas Marinas del Totonacapan, Eleazar García Núñez.

En redes sociales trascendió el anuncio de unos restaurantes que ofrecen la liberación de tortugas marinas en la barra de Cazones, mismas que fueron rescatadas de un nido en ese punto y que fue reportado días posteriores al campamento tortuguero.

Eleazar García Núñez comentó que en la playa Barra de Cazones, se registró la llegada de un ejemplar que depositó sus huevos en un nido por lo que al tener el reporte, dos técnicos comunitarios se trasladaron al lugar para recuperarlos y resguardarlos, sin embargo, no les fue permitido por lo que decidieron retirarse y regresar cuando la crías nacieran y vigilar su regreso al mar.

Integrantes del campamento tortuguero afirman que se han topado con personas que no les permiten llegar al lugar donde retienen a los quelonios de la especie lora, catalogada como en peligro crítico de extinción.

A pesar de que la retención de las crías de tortugas marinas significa su muerte, pues sólo cuentan con pocas horas para llegar a la zona de alimentación en el mar y que sus captores las pretenden liberar hasta el próximo domingo, de acuerdo con una convocatoria que han lanzado al público que visita las playas.

En ese sentido realizó un exhorto a las autoridades ambientales y de seguridad, para persuadir a los pobladores que tienen en su poder a los ejemplares para que las liberen de manera inmediata.

Ofertando la liberación de estas especies es como algunos empresarios restauranteros están lucrando, bajo el argumento de la protección de la especie.