Sergio González Levet - Karime y la cumbre

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Sin tacto

Por Sergio González Levet

Karime y la Cumbre

Quince años después, la Cumbre Tajín se terminó de posicionar como un referente turístico-económico para la zona norte de Veracruz, como un referente de las tradiciones totonacas y como un referente musical con la presentación de luminarias de todo el mundo y todos los estilos en el nicho de la música que desde hace tres años se ha vuelto insuficiente para contener el éxito de asistencia y entusiasmo que provoca cada que va a nacer la primavera —el kaxanama totonaco— en esta parte del mundo.

Quince años después, también, la Cumbre Tajín se ha dejado llevar por la impronta de las primeras damas de Veracruz, desde que inició con la presencia fuerte y decisoria de doña Christian Magnani de Alemán, quien le empezó a otorgar el rango internacional que ahora tiene.

 

Los seis años de doña Rosa Margarita Borunda de Herrera flirtearon entre la promoción de la música tradicional mexicana con sus fusiones modernas y el crecimiento un tanto desordenado que arrimó gente y más gente al parque Takilhsukut y le dio fama sin embargo.

Ahora que llega a su cuarto año en que ha diseñado el programa y las actividades de la Cumbre, presidiendo la organización y el concepto, la doctora Karime Macías de Duarte ha conseguido ordenar el torbellino, desarrollar la festividad, contener las pasiones y atemperar las muchedumbres. Gracias a una estrategia bien planeada y seguida rigurosamente con el paso de las cumbres, la fiesta de fiestas totonaca e indígena de Veracruz es ahora un referente mundial.

Por eso ha sido creciente la afluencia de visitantes y por eso se redoblan las acciones de protección civil, de vigilancia, de preservación de la paz pública para circunscribir la presencia y el movimiento de las masas a la sola celebración, a la festividad, al gozo. Por eso en los últimos años se ha logrado tener saldo blanco y se han especializado los cuerpos de seguridad y los visitantes en mantener la tranquilidad y la alegría.

Y Karime Macías le ha puesto enjundia también al programa musical, que es siempre la cereza de la Cumbre. Después de la presentación de estrellas internacionales consolidadas como Rubén Blades, Miguel Bosé y la cantautora, multiinstrumentista, compositora y productora islandesa Bjork, este año se presenta un programa que poco le dice a las generaciones mayores pero es toda una revelación para los jóvenes que conocen de corrientes musicales en el mundo.

Bandas y artistas como Babasónicos, Tool, Primus, Illya Kuryaky and The Valderramas, Fobia, Los Amigos Invisibles, Nervo —que provienen de las manifestaciones modernas del rock y la música electrónica— se fundirán con el arte autóctono y revelador de Los Macuiles o de Vayijel.

Y para no ser menos, el último día la música mexicana hará su aparición de la mano de La banda El Recodo, que estará junto a Los Ángeles Negros y Los Románticos de Zacatecas.

Buen programa innovador el que ha logrado esta vez el grupo organizador comandado por la presidenta estatal del DIF. Vayamos a gozarlo de la menor manera.

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