Veracruzanos de clase mundial

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Eso deben pensar quienes manejan a la Comisión Federal de Electricidad (CFE): que somos ciudadanos de clase mundial y podemos pagar no solamente las altas tarifas que siempre nos han cobrado sino las nuevas, que devienen de modalidades cuyo único fin es exprimir más al usuario.

Y aunque hay una ley contra los monopolios, los mexicanos no tenemos más remedio que aceptar las condiciones de la CFE, porque no hay otra alternativa para tener energía en nuestros hogares que no sea contratando a esta empresa que fue paraestatal y ahora ya no sé bien a bien qué terminará siendo.

Conozco el caso de una persona que tuvo un problema en su medidor: éste empezó a señalar de menos la energía consumida, por lo que los recibos le empezaron a llegar muy reducidos. De varios cientos que pagaba al bimestre, la cuota se bajó a menos de 50 pesos. La señora –porque era una dama– llamó al teléfono de la CFE (071), explicó que ya habían pasado dos ocasiones en que el recibo le llegaba en esas circunstancias y pidió que fuera un técnico a ver cuál era el problema. La telefonista le contestó que antes de que pasara una semana llegaría un enviado a su domicilio.

 

Pasaron dos semanas… y nada. Así que volvió a llamar, volvió a contar su caso y volvió a esperar que le mandaran a alguien. Bueno, entre que llamaba al 071, decía su problema y no le hacían caso, pasaron ocho meses, con lo que completó seis recibos pagados con una suma irrisoria.

Y ¿qué creen? Que un día le llegó una admonición de la CFE, una reprimenda, un anatema, porque se había atrevido a pagarle de menos a la empresa de clase mundial. Casi la acusaban de alta traición a la patria, pero además le exigían que pagara una alta cantidad por la energía no registrada, más otra –pavorosa– por concepto de multas y castigos.

Pues nada, la señora tiene varios meses sin servicio de luz en su casa y ahora enfrenta una deuda que le resulta impagable. Ella tiene hijos en edad escolar que sufren por la falta de la energía, crucial para la vida moderna, y la familia toda vive un verdadero viacrucis que no saben cuándo terminará, pues la Comisión insiste en cobrarse a lo chino por el error que cometió con sus propios aparatos de medición.

No por nada la CFE es, después de Telcel y Telmex, la empresa que tiene más quejas ante la Profeco, según nos platicó ayer su directora nacional, la licenciada Lorena Martínez Rodríguez (que será la próxima gobernadora de Aguascalientes, con toda seguridad, a partir del 1 de diciembre de 2016; la licenciada Martínez estuvo en Xalapa para firmar interesantes convenios de apoyo con 15 ayuntamientos veracruzanos).

Al parecer, la clase mundial de la CFE es solamente para embaucar a sus usuarios cautivos, que ahora tienen que defenderse también de la nueva política de cobros por adelantado que quiere imponernos.

¿Clase mundial? Más bien cobrones mundiales.

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