Asaltan a obreros de compañía petrolera

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Los golpearon para despojarlos de dinero, teléfonos y herramientas

 

MIGUEL ALBERTO CRUZ

Papantla

 

Seis sujetos desconocidos golpearon y despojaron de sus pertenencias a dos trabajadores de la compañía Sol Integra, quienes se detuvieron a descansar a un costado del camino, despojándolos de varios objetos, luego huyeron con rumbo desconocido, el caso se encuentra en la agencia del Ministerio Público.

 

Las víctimas del violento atraco responden al nombre de Cruz Ferral Morales, con domicilio en la calle Vicente Lombardo Toledo, número 355, de la colonia Eduardo Raga, en la comunidad de Adolfo Ruiz Cortines; así como Baldomero Castellanos Velázquez; ambos empleados de la compañía Integradores de Tecnología.

 

 

Los lesionados dijeron que regresaban de su  campamento ubicado en la macropera Furberos 1245 de la comunidad de Vista Hermosa, cerca de la una de la mañana y circulaban en una camioneta Chevrolet Silverado, color blanco propiedad de la arrendadora Sol Integra, pero debido al cansancio decidieron parar y descansar un poco frente al restaurante el “Sesteo de las Águilas”.

 

De forma repentina tocaron a la puerta de la camioneta, obligando a los empleados a bajar de la unidad, pero al no acceder, los golpearon con tubos y destruyeron el cristal de la unidad, mientras que a Baldomero, quien dormía en la batea lo bajaron a golpes, uno de los asaltantes continuaba golpeando al oficial operador hasta dejarlo lastimado de una pierna; y les ordenaron que se recostaran boca abajo, despojándolos de sus pertenencias.

 

Los ladrones ataron de manos y pies a ambos obreros, para luego subirlos a su propia unidad y enfilaron a un camino despoblado, donde continuaron con las amenazas y golpes; finalmente los despojaron de mil 700 pesos, celulares, cuatro llantas del separador, dos baterías, un monitor, y  herramienta de trabajo.

 

Cruz Ferral mencionó “fueron los minutos más aterrantes de mi vida, ya que ambos temíamos por nuestras vidas y lo único que pudimos decir a nuestros agresores, es que teníamos familia y nos esperaban en casa”.

 

Luego de haber logrado su fechoría los ampones huyeron con rumbo desconocido, tirando lejos las llaves de la unidad. Los empleados lograron desatarse y caminaron cuatro kilómetros, donde llegaron a un campamento en el que fueron auxiliados.

 

Baldomero Castellanos Velázquez requirió asistencia médica, ya que presentaba laceraciones en diversas partes del cuerpo, debido a que llevó la peor parte, al tener una herida en la pantorrilla por arma blanca. Más tarde se presentaron ante el Ministerio Público a denunciar los hechos.