
REDACCIÓN
TOKIO
El avión Solar Impulse 2 se encontraba este miércoles casi a medio camino entre Japón y Hawai, tras más de dos días y dos noches de vuelo por encima del océano Pacífico.
Con más de 50 horas a bordo del aparato en solitario, el piloto André Borschberg ya realizó una hazaña inédita, aunque todavía debe permanecer casi 60 horas más en su cabina.
"Es la primera vez que iniciamos un tercer día de vuelo sin interrupción, con un nuevo ciclo de recarga de baterías solares", se felicitó Bertrand Piccard, el otro piloto de la aeronave.
"Este momento fascinante muestra que un avión puede volar sin interrupción, produciendo su propia energía", añadió.