Industria juguera se ha paralizado

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Es ya el periodo definitivo y tendrá que venderse, o de lo contrario se “apulcará” en el árbol

 

 

Estas lluvias le han dado un breve respiro a la naranja que se produce en mayo, pero es ya el periodo definitivo y tendrá que venderse, o de lo contrario se “apulcará” en el árbol por los altos contenidos de azúcares que tiene el jugo. Así se expresó un experimentado productor de naranja que observa que la economía de Álamo ha entrado en recesión.

Explicó que “todo es cíclico y que por estos tiempos siempre ocurre lo mismo, dado que hemos echado los huevos en una misma canasta”. Expuso que “no tenemos la cultura de sembrar además de naranja, otros productos de otra temporada que operen el milagro de que siempre tengamos dinero todo el año”.

 

“Habrá naranja próximamente, pero será una ‘pasadita’”, advirtió el entrevistado. “Se trata de la naranja ‘March’, luego vendrá ‘La Agostera’, igualmente de un periodo realmente corto, y volveremos a ver naranjas allá por Todos Santos, cuando se empiecen a vender las de ramillete, muy propias para adornar los altares”, puntualizó.

El productor citrícola, quien pidió ser guardada su identidad, refirió que en los sembradíos alamenses existen las llamadas “naranjas de mesa”, que son frutas muy propias para comer como postre. Señaló que la naranja “Mónica” acaso sea una de las de mejor sabor, aunque existen otras naranjas que decoran perfectamente la mesa, pero que su comercialización no se extiende con la misma facilidad como la “Valencia”, el cultivo prioritario de la zona de Álamo.

“Vienen los tiempos de las ‘vacas flacas’”, declaró, aludiendo algún pasaje bíblico. “Debemos diversificar nuestros sembradíos para que no andemos de “perras flacas”, porque ahora, por seis meses consecutivos nos quedamos sin recursos”, subrayó. Afirmó que hay tiempo de echar cohetes y tiempos de recoger las varas.