Inicia la Cuaresma

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-"La Cuaresma es el tiempo del perdón y la reconciliación fraterna"

Por María Elena Ferral

El parroco Antonio Grajales, titular de la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción,  señaló, “Con el miércoles de ceniza, aparte de iniciar la cuaresma, con el signo de la ceniza, en ella nos reconocemos que polvo somos y al polvo volveremos y esto tiene su raíz en un ritual judío, antiguo, en donde el cristiano pecador se vestía el cuerpo, como símbolo de su arrepentimiento, se vestía de ropa muy sencilla, comía hierbas amargas, hacía penitencia como una forma de pedir perdón a Dios”.

Reiteró que "la Cuaresma es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna", entonces “hoy nosotros como cristianos, no nos vestimos todo de ceniza, en este caso utilizamos la señal de la cruz, pero en la frente, la utilizamos en la frente como cuando nosotros nos bautizamos, nos signan la frente, como modo de que pertenecemos en pensamiento y alma a Dios que nos ha creado, esto es el significado de la ceniza”.

Por ello, este miércoles cientos de fieles católicos acudieron a la celebración del Miércoles de Ceniza, que marca para la Iglesia el inicio de la Cuaresma, durante el día, hubo misa y la feligresía acudió a comprometerse al ayuno y la abstinencia, el llamado fue para la conversión y prepararse para la Pascua.

De igual forma, mediante la oración y la limosna, la imposición de ceniza en la frente se aleja de la simple tradición, remarca el inicio de los cuarenta días hasta el Domingo de Ramos, tiempo que Jesús, pasó en el desierto antes de iniciar su vida pública, por lo que “es tiempo de regresar o mantenerse en la fe y de recordar que polvo eres y en polvo te convertirás”, señaló al tiempo de reiterar que la Iglesia está abierta a los fieles, pero estos deben acercarse para mantener su fe, así no serán tentados por otras sectas y religiones".

Por último, señaló que "la iglesia nos invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando la palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas, pues en la Cuaresma, Cristo nos invita a cambiar de vida" y explicó que "la duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número cuarenta de la Biblia, los 40 días del diluvio, los 40 años de la marcha del pueblo judío por el desierto, los 40 días de Moisés y de Elías, en la montaña, los 40 días que pasó Jesús, en el desierto, antes de comenzar su vida pública, los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto".