Trabajadores explotados

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En Poza Rica, 6.7 de cada diez empleados laboran en la informalidad sin ninguna clase de prestaciones

 

* Trabajan jornadas de diez o hasta 11 horas, pese a que es inconstitucional, pero producen 65 por ciento menos que en otras ciudades como Veracruz, Orizaba, Córdoba o Xalapa 

 

* Compañías petroleras, las principales abusadoras; registran salarios menores ante el IMSS, retienen sueldos hasta por tres meses y les niegan Seguridad Social

 

* Poco más del 20 por ciento (una quinta parte) de la Población Económicamente Activa (PEA) de Poza Rica está sin empleo: IMCO 

 

* La tasa de desempleo en la ciudad es superior al 18 por ciento, muy por encima del 4.8 por ciento que marca la media nacional

 

 

Por CARLOS HASCHMED NAVA

 

La alta tasa de desempleo en la ciudad y la región no solo se deriva de la caída en la inversión por parte de Petróleos Mexicanos (Pemex), también es responsabilidad de empresarios de la región, quienes, a sabiendas de que estas crisis son cíclicas, se aferran a Pemex casi como motor exclusivo de la economía regional, advierten especialistas.

 

“De hecho, en la ciudad son pocos los empresarios, la mayoría ha preferido mantenerse como comerciantes; venden, pero no producen, y cuando el mayor cliente (el gobierno) no puede comprarles, lo acusan de insensible y se manifiestan contra el auténtico generador de riqueza”, advierte Martín Vizcarra Pérez, un ingeniero especializado especialista en Desarrollo Sustentable.

 

De acuerdo con el Índice de Competitividad Urbana 2014: ¿Quién Manda Aquí? del Instituto Mexicano para la Competitividad Urbana (IMCO), Poza Rica es una de las ciudades menos competitivas y de las 67 peores en cuanto a calidad de vida para sus habitantes en todo el país, y una prueba de ello son las condiciones, casi de esclavitud en que trabajan miles de personas aquí. 

 

Mientras autoridades prometen inversiones multimillonarias que nunca llegan, la masa de vendedores ambulantes y puestos semifijos crece a pasos agigantados en el centro y principales puntos de la ciudad al grado que ya emplean a 6.7 de cada diez trabajadores, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).   

 

Heberto Baños Reyes, presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) reconoció que actualmente hay un registro aproximado de tres mil vendedores semifijos y ambulantes, quienes llegan a ser hasta cuatro mil cuando llegan las festividades.

 

La situación es tan crítica que las propias dependencias de gobierno han admitido que la tasa de desempleo no solo crece, sino que lo hace a pasos agigantados; hace solo dos días, Patricia González Corona, subdelegada administrativa del IMSS, Veracruz Norte, admitió que de los 20 mil empleos perdidos en la región en el lapso 2013-2014, 14 mil son de esta ciudad, lo cual da una tasa de desocupación de 18 por ciento es decir 3.7 veces que el promedio nacional, que es de 4.8 por ciento.

 

Vizcarra Pérez recordó que, de acuerdo con el informe bienal del IMCO, la petrópolis se encuentra en el lugar 67 de 78 ciudades analizadas, por cuanto hace a su baja competitividad, derivado de la baja calificación en indicadores como Salario Promedio Mensual, que aquí alcanza cinco mil 501 pesos, abajo del salario promedio de las demás ciudades, el cual es de cinco mil 592 pesos, pero aclara que se trata solo de un promedio, “porque muy pocos ganan altos salarios, mientras que muchos apenas perciben 400 pesos semanales”.

 

Otro factor que impacta es la baja  productividad laboral, que es de 79 mil 590 pesos por trabajador, mientras que la productividad laboral promedio en otras ciudades es de 226 mil pesos, es decir, 64.8 por ciento menos, agrega Vizcarra Pérez.

 

“El alto índice de población ocupada sin ingresos también influye”, señala el especialista, quien detalla que 16 por ciento de la población que actualmente está empleada, “no recibe remuneración por su trabajo”.

 

Una parte importante de este indicador  son trabajadores familiares sin pago, eso significa que algunos de estos casos podrían corresponder a situaciones cercanas a la esclavitud moderna o situaciones especiales  en la que los trabajadores no cobran por sus servicios”, advierte.

 

“Por si esto fuera poco”, señala “33 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), que es de alrededor de 76 mil 876 habitantes, tiene  Jornadas laborales muy  largas (más de 48 horas semanales), muy por arriba  encima del promedio nacional que es de 27.5 por ciento y a eso debemos agregar que solo 33 por ciento de la población ocupada labora en el mercado formal, es decir, 67 por ciento se encuentra en la informalidad. 

 

La situación se agrava porque los municipios no se ocupan de conocer con certeza cuál es la productividad de los trabajadores a nivel municipal o metropolitano, no obtienen cifras actualizadas de su Producto Interno Bruto (PIB) y lo anterior redunda en deficientes planes de desarrollo municipal, los cuales no son enfocados en potencializar el mercado laboral y diversificar la economía para un desarrollo sustentable de sus municipios.

 

 

Por lo antes expuesto vemos que aun cuando las ciudades petroleras atraen inversión, esta genera una economía de enclave petrolera  (enfocada solo en el petróleo) al crear una burbuja inflacionaria   en la economía que al final no se traduce en calidad de vida para los habitantes.