Mercado Paseo de la Burrita

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Una historia de incertidumbre durante más de medio siglo

Édgar Escamilla

Poza Rica

“La historia del mercado es larguísima, hemos llevado una historia muy triste, pero ahí estamos”, comienza relatando el señor Juan García Hernández, secretario general de la Asociación de Comerciantes en Pequeño.

Con la edificación de seis nuevos locales en la segunda sección del Mercado Paseo de la Burrita, renace el temor de que sean desalojados del predio que ocupan. Dichas construcciones se están realizando de forma irregular al no contar con los permisos correspondientes por parte del Ayuntamiento, además de que se trata de un terreno en manos de Gobierno del Estado.

“Batallamos mucho, nos corrían constantemente; eran áreas verde donadas por el señor Humberto Chena Nava al Ayuntamiento, pero como no lo ocupó con el fin que se había propuesto, se inició un litigio para revertir la donación; fue una lucha para lograr el permiso de construir los locales con madera”, allá por la década de 1970.

García Hernández, refiere que desde esa fecha han batallado constantemente para lograr que el mercado defina su situación legal y que el gobierno les permita quedarse y adquirir los terrenos.

De acuerdo con el relato escrito por el señor Alejandro Horacio Martínez para el sitio en Internet Wikimapia, el terreno donde está ubicado el Mercado Paseo de la Burrita, obtiene su nombre porque a través de él transitó el ferrocarril Decauville Cobos – Furbero, propiedad de la compañía petrolera inglesa “El Águila” y posteriormente, formaría parte del bulevar, cuando el señor Humberto Chena Nava lo donara al Ayuntamiento para que formara parte del área verde a través de la escritura 5570 de fecha 14 de abril de 1952.

 

En la cláusula segunda de la citada escritura, se estableció que en cualquier tiempo que se le diera otro uso, se revertiría la donación. En 1970, el gobierno municipal decide reubicar en el sitio a los comerciantes ambulantes que se encontraban en la periferia del mercado Poza Rica, cobrándoles el derecho de piso.

Por tal situación, Humberto Chena Nava demanda la reversión del terreno al Ayuntamiento en el juicio ordinario federal 40/85 y el Juez quinto de Distrito con residencia en Tuxpan, resuelve en favor del Gobierno local, por lo que fue promovido un recurso de revisión en el Tribunal del poder Judicial de la Federación del Séptimo circuito con cabecera en Boca del Río, donde se instauró el expediente número 640/991; esta vez en favor del demandante.

Uno de los puntos en que hace énfasis Horacio Martínez, es el hecho de que a los locatarios posesionarios se les negó la prescripción positiva, por lo que desde 1996 quedaron sin ningún derecho sobre los locales que tienen en este terreno.

“Esta resolución fue inscrita con el numero 1864 de las fojas 6689 a la 6711, de la Sección Primera, de fecha 26 de junio de 1996”. Al siguiente año, el ex gobernador del estado, Patricio Chirinos Calero, expropia el terreno, según consta en el decreto publicado el día cinco de junio de 1997 en la Gaceta Oficial del Estado número 154/97.

Se menciona entonces a los integrantes de la Unión de Comerciantes del Mercado Paseo de la Burrita de Poza Rica, A.C., quienes solicitan al gobernador Fidel Herrera Beltrán, la enajenación del terreno; mismo que solicita autorización a la Legislatura del Estado para poder realizarla.

La Legislatura del Estado le autoriza al Ejecutivo del Estado enajenar a título oneroso el terreno en favor de los locatarios; publicándolo en la Gaceta Oficial del Estado el diez de octubre de 2005. Acto seguido, la Secretaría de Finanzas y Planeación del Estado a través de la Dirección de Catastro asigna el precio del terreno e instruye a Norma Anaya Orta, entonces  Jefa de la Oficina de Hacienda del Estado, a que reciba los pagos de los asociados de las Uniones de Comerciantes de los mercados Paseo de la Burrita y del Mercado Santa Fe.

Para hacer efectivo el pago, éstos debían presentar  un formato firmado por Santos Mendiola Cruz, Guillermo Ramírez Hernández y Cleto Ruiz Hernández, presidente, secretario y tesorero respectivamente.

La Dirección General del Patrimonio del Estado mediante el oficio DGPA/DR/5810/2007 de fecha 15 de octubre de 2007, le instruye a Rafael de la Huerta Manjarrez, Notario Público número 16, del Distrito Registral de Jalapa, para que elabore la escritura en favor de las Uniones de Comerciantes del los mercados Paseo de la Burrita y Santa Fe.

Dicho notario solicitó entonces al Ayuntamiento la cédula catastral. Fue durante la administración municipal de Pablo Anaya Rivera cuando se asigna el precio catastral que pagarían las Uniones de Comerciantes a la Tesorería Municipal.

De acuerdo con estos argumentos, es así que el terreno cambia de figura jurídica, convirtiéndose en propiedad privada de la Unión de Comerciantes del Mercado Paseo de la Burrita de Poza Rica; asociación constituida bajo el régimen de Propiedad en Condominio sujetos a la ley 135 del Estado de Veracruz y al reglamento interno del mercado.

De esta forma, todo locatario que quiera regularizar su local, tiene que firmar una carta compromiso y pagar todos los gastos que se requirieron para la regularización del terreno, realizar el pago de la cédula catastral a la Tesorería Municipal y el terreno a Hacienda del Estado.

No obstante, las divisiones entre los dirigentes del mercado han mantenido la incertidumbre entre los locatarios, de la misma forma en que se presentaba al inicio de la lucha encabezada por Honorio Maldonado, ya fallecido; y que estuvo cerca de dos décadas al frente del mercado.

Luego de que faltara Maldonado, el mercado tuvo varios dirigentes hasta que llegó Crescencio Ramírez, quien permaneció 22 años en el puesto. Al fallecer, ninguno de los locatarios se dispuso a tomar las riendas del mercado, por lo que se conformaron otros grupos de locatarios, pero se presentaron inconformidades, por lo que la asociación estuvo a punto de fenecer.

Es así como Juan García Hernández toma las riendas desde hace dos años, mismo que refiera que a la fecha no se ha podido regularizar la situación de los terrenos de la llamada segunda sección del mercado, donde se encuentran las palmeras.

Recuerda que tras el último incendio ocurrido hace 16 años, se construyó la galera actual y muchos de los afectados fueron reubicados momentáneamente en el área verde.

Durante el proceso de expropiación del predio, se tomó en cuenta todo el terreno, “pero el gobierno solo construyó hasta donde llega la galera, límite reconocido por Patrimonio del Estado”, por lo que persiste la incertidumbre entre quienes ocupan la segunda sección.

Ahora los nuevos locatarios “se están apurando a construir sus locales, pero no se ha pedido al gobierno por las buenas, para no tener problemas; están construyendo sin permisos, lo que podría derivar en un desalojo de los locales, por lo que hay que esperar a que el gobierno determine la situación legal del predio”, señaló García Hernández.

En esta área se ubican sesenta locales que se encuentran en manos de no más de una docena de locatarios, algunos de ellos hasta con nueve espacios. “Se despacharon a manos llenas, pero así lo permitió Crescencio”.

 

Lamenta que ahora “hay mucha gente extraña, que no sabe de la lucha para lograr levantar este mercado”, por lo que no les importa el riesgo en que pongan a sus compañeros locatarios al construir sin permisos en un terreno que no les corresponde.