Ser enfermera sin base ni protección adecuada en un Centro COVID

el

Por Juan David Castilla

Imelda Lira Soto atiende directamente a pacientes con SARS-CoV-2 (COVID-19) en el Centro de Alta Especialidad (CAE) Doctor Rafael Lucio, un hospital habilitado para esa enfermedad en la capital de Veracruz.

La mujer labora allí desde hace más de siete años; sin embargo, en esta pandemia, ella y sus 120 compañeras y compañeros, de contrato eventual, se sienten vulnerables.

Sus condiciones laborales son precarias. Perciben 3 mil 400 pesos quincenales, pese a contar con su licenciatura en Enfermería. Además, los materiales de protección que utilizan para no contagiarse carecen de calidad.

“Tenemos nuestro equipo de protección, no de la mejor calidad, pero sí lo tenemos, sí tenemos insumos y estamos al frente de la pandemia”, cuenta.

La enfermera ha atendido a reclusos con COVID-19. Se habla de casos positivos que se dieron al interior de los penales de Pacho Viejo (municipio de Coatepec) y Villa Aldama (Perote).

A juicio de Lira Soto, en el Área COVID-19 del CAE, los médicos y enfermeras requieren overoles de calidad.

“Son overoles azules y blancos, los de color blanco son los apropiados, sí estamos pidiendo también de esa clase de overoles para protegernos, de esos no hay, tenemos ahorita puros azules”, comenta.

VENTA DE BASES

Las enfermeras y enfermeros han solicitado durante años una base que les dé garantías, mejores prestaciones y salarios, así como antigüedad laboral. Pero los directivos del nosocomio solo les dan largas.

“Queremos que nos basifiquen. Necesitamos un sueldo justo. Nos dicen que pronto llegarán las bases, somos la fuerza del hospital”, comenta la enfermera.

Imelda carece de recursos económicos para la compra de una base en el Centro de Alta Especialidad, pues revela que cada una cuesta más de 200 mil pesos.

Además, el proceso es lento. Los interesados deben presentar su solicitud a un sindicato y cubrir el costo mencionado para que inicie el trámite.

No obstante, lo que buscan los trabajadores es que sea respetado el escalafón para acceder a dichos beneficios.

“En realidad hay enfermeros que acaban de entrar y ya tienen base, pero nosotros no la tenemos y ni tenemos los medios (dinero) para conseguirla”.

CONTAGIOS ENTRE EL PERSONAL

La falta de materiales de protección adecuados ocasionó contagios entre el personal médico y de enfermería.

Imelda sabe de por lo menos 30 casos positivos entre sus compañeros, quienes fueron aislados, pero  afortunadamente, se han ido recuperando.

“Hay médicos que se han contagiado, enfermeras también, se les da su resguardo”.

El mes pasado, en redes sociales circularon fotografías de empleados de Enfermería del CAE que usaban equipo de protección especializado, en una fiesta de cumpleaños.

En los imágenes que se viralizaron se observan trajes blancos con el logotipo de la Sociedad Médica del Centro de Alta Especialidad.

Para el presidente de dicha sociedad, Juan Francisco Guerrero Morales, el acto causó indignación por la situación crítica del estado y el país durante la pandemia.

Además, asegura que se realizarían las gestiones necesarias para esclarecer los hechos y fincar responsabilidades.

Mientras unos juegan con el equipo de protección, otros hasta protestaron frente al presidente Andrés Manuel López Obrador, en su visita a la región capital, para exigir insumos y que mejoren las condiciones laborales.

MUERTES

La noche del martes pasado se reportó el primer fallecimiento de un médico en el Centro de Alta Especialidad Doctor Rafael Lucio.

Se trata del doctor Jorge Enrique Matus Castro, quien se contagió de COVID-19 y estuvo internado durante tres semanas por complicaciones a su salud.

El médico estaba adscrito a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y era encargado de recibir a los pacientes con síntomas de la mencionada enfermedad.

Sus compañeros comentaron que en ese lugar pudo haberse contagiado y detallaron que el médico Matus Castro padecía enfermedades crónicas, situación que complicó su lucha contra la enfermedad.

El personal médico y de enfermería está de luto en la entidad veracruzana. En redes sociales, se unieron a la pena por el deceso y recordaron al médico como una persona íntegra, un profesional capaz, fiel a su profesión que dio hasta el último momento atención médica a sus pacientes.

El Centro de Alta Especialidad reporta hasta el momento dos contagios entre el personal médico, el hoy fallecido y otro especialista que ingresaba al área asignada para el tratamiento de pacientes con COVID-19 y de quien se desconoce su estado de salud.

Desde el inicio de la pandemia, personal médico, de enfermería, paramédico y administrativo ha manifestado la falta de insumos de protección en los distintos hospitales de la entidad.

Incluso, personal que labora en el Sector Salud se ha amparado bajo distintos términos, para evitar riesgos de contagio.

Cabe recordar que otro médico murió el mes pasado en el estado de Veracruz por COVID-19.

Se trata de Rafael Pérez, quien había ingresado al Hospital de Alta Especialidad del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) junto con su esposa y una hija de 39 años de edad.

Se sabe que unos días antes también murió por coronavirus otra de las hijas del señor.

Además, también han muerto médicos en Coatzacoalcos, Minatitlán y en el Puerto de Veracruz.