Elimina EU a Lituania
Lo venció 96-68, para avanzar a la final, en la espera de Francia o Serbia, que jugarán hoy
Un parcial de 10-0 al inicio de la segunda parte certificó el pase de Estados Unidos a la final del Mundial con una contundente victoria sobre Lituania (96-68), que aguantó el tipo durante la primera mitad, pero acabó desfondada tras el descanso, cuando el conjunto norteamericano, ya desatado, dio una nueva lección de intensidad, velocidad y ritmo.
Cuatro años después de verse las caras en el Mundial de Turquía, Estados Unidos y Lituania se enfrentaban de nuevo por una plaza en la final de la máxima competición de la FIBA, y aunque con diferentes protagonistas (de aquel triunfo por 89-74 en Estambul 2010) solo quedan Rose, Gay y Curry, del equipo USA; y Seibutis, Maciulis, Pocius, Jankunas y Jasaitis, por Lituania), el desenlace volvió a ser el mismo.
Esta vez, además, los lituanos se quedaron muy pronto sin opciones. Y eso que arrancó bien el conjunto de Jonas Kazlauskas. Intenso en defensa, cerrando bien el rebote y anotando, eso sí, con dificultad, y casi siempre desde la línea de personal.
Cuando Curry se unió a Thompson desde la línea de 6,75, los chicos de la NBA lograron alcanzar los 10 puntos de ventaja (32-22, min.13), pero Lituania no bajaría los brazos aún.
Con más corazón que acierto, Valanciunas, Motiejunas y Darjus Lavrinovic plantaban cara en la zona a Davis, Faried, Cousins y compañía. Y unos buenos minutos de Kuzminskas en ataque reducían distancias en el electrónico (36-30, min.16).
Fueron los últimos coletazos de Lituania, condenada por las pérdidas (12 en la primera mitad) y el mal día de sus tiradores (uno de ocho en triples en los dos primeros cuartos).
Estados Unidos se fue al descanso ocho arriba (43-35) y empezaría el tercer periodo como un vendaval: Ahogando a su rival en defensa y con un parcial de 10-0, que obligó a Kazlauskas a pedir tiempo muerto, ponía tierra de por medio (53-35, min.22) y dejaba sentenciado prácticamente el partido.
La sangría no paró de crecer durante los minutos siguientes, con los de Mike Krzyzewski poniendo una marcha más y Harden (13 puntos en el tercer cuarto) al mando de las operaciones en cada ataque a campo abierto.
El partido ya había muerto definitivamente para los lituanos al final del tercer cuarto (76-49), pero también para los estadounidenses, quienes no pisaron más el acelerador.