
Por: Ed. Dr. Claudia Viveros Lorenzo Muchos han creído toda su vida que, al reprimir sus emociones, las tienen controladas. Tremendo error. No hay peor acto en contra de nosotros mismos, que querer esconder nuestras emociones, y no hablo solo de querer escondérselas a los demás, sino de intentar auto engañarnos no dando cabida a espacios sanos de duelo, dolor, tristeza o hasta furia. Tengo a una persona muy querida, a la que siempre que le pregunto ¿cómo está? Me contesta: ¡Fantastic! (habla poco español), y cuando lo hace, lo que produce en mí, es un...