Pistorius apela al trauma para no ir a la cárcel
La defensa de Oscar Pistorius apeló al "trauma" por el que pasó el atleta al matar "por error" a su novia y a los numerosos proyectos de caridad en los que ha participado a lo largo de su carrera, para evitar la cárcel, en el primer día de la vista oral en la que se decidirá su sentencia. El atleta fue declarado hace un mes culpable de homicidio por acabar a disparos con la vida de su pareja, la modelo Reeva Steenkamp, y las penas posibles por el delito van desde una sentencia suspendida que le dejaría en libertad a una condena máxima de 15 años de prisión.
La vista para decidir la sentencia, que se celebra en el Tribunal Superior de Pretoria y podría prolongarse durante toda la semana, incluye la declaración de expertos propuestos por la Fiscalía y el abogado del procesado. Basándose en sus declaraciones, las dos partes propondrán a la jueza, Thokozile Masipa, el fallo que consideran apropiado.
Los abogados del corredor llamaron a declarar a tres testigos, y la primera de ellas fue la sicóloga, Lore Hartzenberg, que ha tratado a Pistorius desde el crimen ocurrido la madrugada del 14 de febrero de 2014 en su casa de Pretoria. Hartzenberg calificó a Pistorius de "hombre roto que lo ha perdido todo", desde su carrera a los amigos, además de ver dramáticamente deteriorada su situación económica, debido a la pérdida de patrocinadores.
"Su oportunidad de recuperarse fue destrozada por las informaciones de prensa malevolentes y los comentarios públicos", aseguró Hartzenberg, que insistió en el "dolor" mostrado constantemente por su paciente por la pérdida de Steenkamp y el daño causado a la familia de ésta. Otro de los llamados por la defensa fue el representante del deportista, Peet van Zyl, que, además de confirmar las pérdidas económicas de Pistorius, detalló el largo historial de iniciativas sociales y proyectos de caridad en la que ha participado el corredor.
"El señor Pistorius era un ícono deportivo global antes del tiroteo, alguien que promovía la sensibilización en muchos aspectos, sin remuneración", dijo Van Zyl. Antes de Van Zyl, el trabajador social del Estado, Joel Maringa, recomendó que el atleta no ingrese en prisión y cumpla una pena de tres años de arresto domiciliario y trabajos sociales.
El funcionario de Servicios Correccionales propuso que pase tres años bajo "supervisión correccional" en su domicilio, durante los que no podría beber alcohol y debería realizar trabajos sociales dos días cada mes. Maringa argumentó que Pistorius no ha sido condenado antes por ningún otro delito, y consideró que el "trauma" sufrido por lo ocurrido es un castigo en sí mismo.