Los Empacadores le pegan a los Osos

el

AGENCIA

La ilusión de los Osos de demostrarle a Green Bay quién manda terminó pronto. Los Empacadores le tienen bien tomada la medida y con un ajustado 10-3 se llevaron el triunfo del Soldier Field en el arranque de la temporada y de paso aumentaron su ventaja en el registro histórico (98-95-6).

El partido fue más bien cerrado, tenso. En parte por la falta de ritmo de las ofensivas y en parte también porque desde el principio se auguraba un duelo de dos defensivas férreas, y lo cumplieron. Chicago mantuvo el nivel, mientras que Green Bay demostró que las incorporaciones rendirán sus frutos.

Pocas cosas pasaron en el primer cuarto. Si acaso la sorpresa de la frescura que el corredor novato David Montgomery puede aportarle a la ofensiva de los Osos, muy parecida a la del año pasado, combinando jugadas entre la versatilidad de Trubisky y la elusividad de Tarik Cohen. Fue el pateador Eddy Pineiro quien puso los primeros puntos a favor de Chicago, al hacer bueno su intento de 39 yardas.

El primer cuarto de Green Bay fue preocupante. Con nulo ataque terrestre, los cazadores de cabezas se dieron vuelo presionando a Rodgers, que por más que tiene siempre una canasta de tiempo en la chistera a veces se le acaba. El mariscal de campo fue capturado en cinco ocasiones, y aunque dé la impresión de estar acostumbrado, la cosa se complica.

Fue con un pase larguísimo que logró salir del asedio. Aaron encontró profundo a Valdez-Scantling y en el acto le metió miedo a la secundaria de Chicago, con tan poca tarea hasta entonces. En zona roja el mariscal se apegó al libreto y confió en el poder físico de Jimmy Graham, que saltó y bajó el ovoide para darle la ventaja a los suyos.

Luego le siguió un partido durísimo, peleado en la trinchera, con poco éxito en las terceras oportunidades. El embotellamiento sirvió para resolver algunas de las incógnitas que presentaba el crucigrama de la ofensiva de LaFleur, como por ejemplo que Aaron Jones compartirá en ocasiones el ovoide con Jamall Williams.

El último cuarto Chicago fue víctima de su desesperación y se agravaron los castigos. Los Osos fueron penalizados en 10 ocasiones, para un total de 107 yardas. El pateador Mason Crosby puso cifras definitivas con un gol de campo de 39 yardas.

Pese a los intentos, Mitch Trubisky se quedó lejos del milagro, y cuando se acercó, regaló el ovoide con un pase que se fue demasiado largo y que encontró manos enemigas.