De repartidor de carne a atacante del América

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AGENCIA

El delantero uruguayo Federico Viñas deslumbró y conmovió al fútbol mexicano el fin de semana al marcar gol en sus primeros instantes con el América y al compartir lo duro que la pasó años atrás cuando se alejó de su objetivo de ser jugador de primera división.

El sábado, las Águilas del América enfrentaron en el estadio Azteca a uno de sus más enconados rivales, los Pumas de la Universidad Nacional, en el partido más atractivo de la novena jornada del torneo Apertura-2019.

Ante la imposibilidad de quebrar el 0-0, Miguel Herrera envió a la cancha a Viñas, fichado semanas atrás, al minuto 77.

En su debut con las Águilas, el uruguayo entró a pelear de inmediato la pelota en el último tercio del campo y luego de una combinación con los mexicanos Giovani dos Santos y Jorge Sánchez apareció en el área para marcar el 1-0.

Viñas tenía sólo 24 segundos como americanista y se convirtió en el segundo jugador que más rápido anota gol desde su debut en la historia del club.

Al final del partido que terminó 1-1, la prensa buscó al afortunado debutante charrúa, que ante la televisión compartió su propio asombro: “No me lo creo: venir de Uruguay, jugar en un estadio como este, enorme, anotar en mi debut. Todo esto es un sueño”.

El joven delantero de 21 años reveló que tiempo atrás ante su apremiante situación económica tuvo que dejar el fútbol para trabajar en otro oficio.

“Me retiré, empecé a trabajar, repartía carne. En 2017 volví, de ahí salté a primera”, relató el joven atacante de 21 años.

A finales de agosto pasado, Viñas aún jugaba en la primera división uruguaya con el Juventud, pero fue requerido por el América que afrontaba una crisis de bajas por jugadores lesionados, entre ellos el delantero chileno Nicolás Castillo.

Viñas arribó a México acompañado de comentarios que indican que tiene un nivel similar al del canadiense Lucas Cavallini, goleador del Puebla, que también pasó por el Juventud uruguayo.

Además, su representante, Daniel Gutiérrez, dijo que Federico “tiene un gran físico y un juego de balón muy parecido al de André-Pierre Gignac”.