Atrasos de gravedad

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El Mundial de Futbol se fue y ahora los JO de Río 2016 se toman en Brasil como un asunto urgente en verdad. A poco más de dos años de la justa, el panorama de la construcción de las sedes no luce nada alentador. Solo está edificado el diez por ciento de las obras. Sí, hay alarma, preocupación.

La construcción del Parque Olímpico Deodoro, que tendrá siete disciplinas, entre ellas, equitación, ciclismo (de montaña y BMX), tiro, esgrima y hockey sobre césped, va a paso lento. Sus obras, que debieron iniciar en 2013, se inauguraron apenas el pasado tres de julio. Es el peor atraso para unos Juegos Olímpicos realizados en el nuevo milenio.

A dos años, para la celebración de los JO de Atenas 2004, la infraestructura estaba al 40 por ciento, en Londres 2012 ya se tenía 60 por ciento en 2010. Para Beijing 2008, en diciembre de 2007 estaban al 80 por ciento. Hace unas semanas, se rumoró que el COI ya pensaba en un plan “B” para la celebración de la justa veraniega: que Londres albergará otra vez los JO para 2016.

 

Esto, luego de que John Coates, vicepresidente del COI, criticó la organización de Brasil y los llamó como uno de los "peores retrasos de los Juegos Olímpicos jamás visto, incluso peor que Atenas 2004". Ante ello se ha creado un grupo de expertos para acelerar y estar al pendiente de los preparativos y organización de la justa. El plan “B” aún está en espera.

Y el problema no es exclusivo del Parque Olímpico. En el suburbio de Barra da Tijuca, hay grandes bloques de departamentos erigidos, los cuales corresponden a la Villa Olímpica. Este luce aún como un gran terreno baldío. Huelgas y retrasos afectaron el comienzo de las obras y la construcción del Velódromo apenas comenzó.

 

En la Bahía Guanabara, lugar en el que se desarrollará la vela y el windsurfing se pueden apreciar bolsas de plástico, basura, llantas, colchones y tenis viejos. El descontento social evidenciado en las protestas durante el Mundial también “ha cobrado factura” a la organización de los JO. Las huelgas retrasaron las reparaciones del Estadio Engenhão, que se destinó a las competencias de atletismo para Río 2016. Lo anterior, después de que fue cerrado el año pasado por temor a que su techo se pudiera colapsar.