¡En caída libre!
En caída libre. Los Pumas de la UNAM sufrieron su tercera derrota en fila del Apertura 2014, segunda en casa, tras caer uno por cero ante el Atlas en la Jornada cuatro del certamen. Desde el Apertura 2012, los universitarios no juntaban una racha como ésta, misma que pone “en la cuerda floja” al técnico José Luis Trejo.
Un tanto de Alfonso González al minuto 55 fue suficiente para que los Rojinegros sumaran su tercer triunfo al hilo y reforzaran su segundo lugar con diez unidades, además de darle su primera victoria a su técnico, Tomás Boy, en el cubil felino en 17 años.
El cuadro de la UNAM pagó caro el dejar mucho qué desear en el terreno, donde se vio a un anfitrión con problemas de conjunción, falta de idea para generar peligro al frente y ambición ofensiva, pues incluso cuando iba perdiendo apenas atacaban con tres elementos.
Solo Daniel Ludueña tuvo el atrevimiento para encarar al rival con tiros directos o dando algún pase a un compañero de frente al arco de Federico Vilar, pero todo intento fue inútil. A pesar de tener opciones para marcar, gracias al "Hachita", los auriazules permanecieron con el marcador en cero durante todo el primer tiempo, donde también se salvaron de varias llegadas de los Zorros.
En la segunda parte, el timonel local trató de modificar su ofensiva con el ingreso de Dante López por Ismael Sosa, pero la apuesta no dio resultado. Al contrario, en un despiste de la defensa, González se vio frente al arco felino y sin pensar disparó para vencer a Alejandro Palacios.
En tanto puso en una cómoda situación al visitante y al local contra las cuerdas e incluso corrió el riesgo perder por un marcador más holgado, pero el contrincante se vio benevolente. En un último intento por encontrar su potencia ofensiva Trejo mandó al campo a Eduardo Herrera y Diego Lagos, pero la defensa de Atlas no dio espacio alguno para pensar en el empate.
La ocasión más cerca para el tanto de Pumas fue un remate de Ludueña al 83' que atajó a quemarropa Vilar. Los minutos finales los auriazules intentaron de todo pero ya no estuvieron cerca de marcar, lo único que obtuvieron con el silbatazo final fue un abucheo generalizado de su afición, que también pidió la salida del estratega.
Motivos para enojarse no le faltan a los seguidores, pues no ven ganar a su equipo en casa desde la Jornada 16 del Clausura 2014 (tres derrotas desde entonces) y de pronto no se ve una pizca de esperanza para que el plantel levante el rumbo en el presente semestre.