Juguetes, por las nubes
- Aunque están los tradicionales, los niños solicitan los más caros
Agencias
Papantla
Sin importar si es una muñeca, un carrito o un juego de mesa, los juguetes son cada vez más caros, consideran los padres de familia, pues de acuerdo a un sondeo, no hay ningún juguete en menos de 300 pesos que hayan escrito sus hijos en la carta a Santa Claus este 2023.
Esto debido a la alta propaganda y publicidad en televisión y redes, que ya no son ajenas a los niños, pues también ya están integrados a la tecnología y muchos de ellos no piden los tradicionales juguetes, se van a lo que ven publicado.
“Ya hasta una Barbie está en 300 pesos, ya no hay juguetes más económicos, todos, incluso los más sencillos son de 300 pesos para arriba”, expresaron algunos papás en diversas tiendas, donde ya se oferta en pasillos enteros toda variedad de juegos y juguetes.
De acuerdo al sondeo por parte de este medio informativo, en diversos puntos de venta de juguetería de este municipio, los artículos rondan desde los 280 pesos y hasta los seis mil pesos, siendo las casitas de muñecas, carros a control remoto, videojuegos y bicicletas los más costosos, pero también los más solicitados por los niños esta navidad.
De acuerdo a padres de familia, la inflación también ha golpeado las últimas navidades, haciendo uso de créditos, recurriendo a ofertas o apartados en dichas tiendas para ofrecer a sus hijos una navidad inolvidable, pese a las condiciones que los rodean.
De acuerdo a lo dicho por algunos padres de familia, la cifra que se gastan cada año en juguetes no baja, al contrario, aumenta, aunado a que los menores solicitan juguetes más sofisticados, con uso de baterías, electrónicos o de videojuegos de mayores precios, lo cual implica una inversión adicional a la que se hace al comprar el juguete.
Sin embargo, algunos padres de familia prefieren endeudarse que ver a sus hijos desilusionados, quienes esperan la recompensa de Santa Claus por su buen comportamiento y obediencia, en tanto que algunas mamás mencionan que van a adquirir los tradicionales carritos de madera, muñecas de trapo, juego de té, porque es lo que está a su alcance, y también la otra cara de la moneda son los niños que se quedarán sin un obsequio por la falta de recursos de sus progenitores, muchos de los cuales viven al día y no pueden permitirse esos gastos.