Tihuatecos viven fiestas patronales
-Desde el Ritual de la Vaca, la tradicional misa, carrera atlética hasta la Cabalgata
POR ADRIÁN MENDOZA SALAZAR
Fortaleciendo las tradiciones del municipio, familias tihuatecas y autoridades municipales encabezadas por el alcalde, Gregorio Gómez Martínez, el pasado fin de semana vivieron sus fiestas patronales en honor a San Francisco de Asís.
Como cada año se llevó a cabo la Danza de la Vaca, la iglesia recuerda con mucho júbilo esta fiesta en honor a su santo patrono, una fiesta que no solo mueve el sentimiento religioso, sino la convicción que tiene la devoción, el espíritu cristiano que nos hace reconocer las virtudes, que dentro de una vida sencilla y humilde, nos enseña el camino de la salvación, de ahí la tradición que ha dado una identidad al pueblo de Tihuatlán.
De esta manera el alcalde, Gregorio Gómez y su esposa, María Zita Loya de Gómez, la Comuna y los mismos habitantes, fueron testigos y participantes dentro del ritual de la Danza de la Vaca, en donde fueron ´rameados´ y los despojaron de las ´malas vibras´.
Ahí cientos de espectadores disfrutaron y degustaron de un rico zacahuilt para después caminar hacia la iglesia San Francisco de Asís, para presenciar la misa y bendición a la vaca.
Por su parte, ayer domingo se llevó a cabo la Cabalgata en donde cerca de mil jinetes de la zona norte del estado de Veracruz, encabezados por el presidente municipal, Gregorio Gómez y al ritmo de la banda de viento, efectuaron su recorrido del Arbolito, Zapotalillo, Reforma, cabecera municipal, hasta llegar a la iglesia donde el párroco les dio la bendición, para que finalmente convivieran en los terrenos de la Ganadera.
Finalmente, por la tarde se realizó la Carrera Atlética San Francisco de Asís, la cual tuvo una distancia de 10.3 kilómetros con las categorías Juvenil, Libre, Máster ´A´ y ´B´, así como la de Veteranos, en su rama Femenil y Varonil, para lo cual el Munícipe agradeció a toda la ciudadanía por su valiosa participación y por hacer que esta gran tradición de más de 200 años, perdure y se mantenga viva, generación tras generación.