También se propicia en el hogar la comida chatarra

el

María Elena Ferral

 

Uno de los problemas más difíciles de erradicar es la mala alimentación que les es impuesta a los menores de edad, pues la comida chatarra está presente tanto en las mesas de sus hogares como en las escuelas, siendo esta última la principal fuente de ese tipo de alimentos, lo cual sigue perjudicando a la salud de los niños en este municipio, reconocen autoridades de Salud.

 

En el hogar, los menores de edad suelen saciar sus antojos ingiriendo todo tipo de golosinas y frituras, ello, con la anuencia de los propios padres de familia, que sin saberlo, en lugar de hacer un favor a sus hijos, solo los perjudican, pues el consumo de esos alimentos no para ahí, sino que continúa en periodo escolar o vacacional, pues en las tienditas o cooperativas que se encuentran en las instituciones escolares son esos productos los que se expenden principalmente, afirman los especialistas.

 

 

Aseguran que desafortunadamente en las escuelas se permite la venta indiscriminada de alimentos chatarra, fomentando con ello la mala nutrición de los infantes, lo que ha traído como consecuencia que en este municipio existan altos índices de obesidad entre los menores de edad, lo que a la postre puede causarle, a éstos, serias complicaciones en su organismo, que pueden poner en riesgo hasta sus propias vidas.

 

Los problemas de obesidad en los menores, indican los expertos, pueden tener consecuencias tanto físicas como sicológicas, con respecto a las primeras, por el sobrepeso, pueden sufrir problemas con huesos y articulaciones, pueden desarrollar diabetes tipo dos, hipertensión arterial, colesterol alto, también pueden tener limitaciones para desarrollar actividades físicas, pues se les dificulta respirar ante la agitación.

 

También pueden presentar alteraciones en el sueño, en el caso de las niñas, éstas pueden entrar en la pubertad prematuramente, lo que les ocasiona en la mayoría de los casos ciclos menstruales irregulares  y en cuanto a los problemas sicológicos, los niños obesos siempre son objeto de burlas, bromas y cierta discriminación, lo que los puede llevar a sufrir depresiones o que vayan arrastrando una baja autoestima que posteriormente pudieran derivar casos de bulimia y anorexia, todo ello, de no ser tratado debida y oportunamente, pudiera llegar hasta a ser mortal.