Nadie pone orden en la Zona Arqueológica El Tajín
Por María Elena Ferral
A pesar de la gravedad del problema que representa el elevado número de vendedores ambulantes en el acceso a la Zona Arqueológica El Tajín, por el desorden que provocan, principalmente en lo que respecta al estacionamiento, desde 1992, pues particulares obligan a los visitantes a pagar una “cuota”, cuando éste debe ser libre, ya que para ello pagan el costo por ingresar a este centro ceremonial totonaco, ninguna autoridad hace algo para evitarlo.
Desde la pasada Administración Municipal se acordó con el Instituto Nacional de Antropología e Historia, las “nuevas estrategias” que habrían de implementarse para el mejoramiento del servicio en esta zona, que es tan concurrida por su majestuosidad y por ser una de las 13 maravillas del país, sin embargo, éstas ni se dieron a conocer, ni se aplicaron.
En su momento, se dijo que ese plan de trabajo permitiría tener un orden en dicho estacionamiento, sin embargo, todo quedó en palabras, pues se dijo que se trabajaría para brindar una mejor atención a turistas y visitantes que acuden a la Ciudad del Trueno, la cual alberga misticismo y ofrece diversidad de cultura durante el año y es visitada durante casi todo el año, por la importancia de El Tajín a nivel internacional.
Sin embargo, nada se ha hecho por evitar ese abuso por parte de particulares que cometen en agravio de los turistas, como tampoco se ha puesto orden en el acceso a la zona arqueológica, que luce atascada de vendedores ambulantes, los cuales han invadido todo, desde camellones, las banquetas, los monumentos y hasta el arroyo de circulación, lo que representa un serio problema.