Exdelegado de Política Regional usurpa cargo
Por MARÍA ELENA FERRAL
El exdelegado de Política Regional, Andrés Ortiz Solís, viene usurpando funciones, luego de haber sido destituido del cargo que ocupaba, con sede en Poza Rica, en donde actualmente se encuentra al frente Álvaro del Castillo Reyes, pues ahora quiere desempeñarse como tal e indebidamente porta aún el uniforme de la dependencia y está sorprendiendo tanto a autoridades, como a dirigentes de organizaciones y a los mismos ciudadanos.
A pesar de que se corrió el rumor de que supuestamente en esta ciudad se instalaría una Oficina de Política Regional, para atender las diversas problemáticas sociales que se presentan a diario y también se corrió el rumor de que Andrés Ortiz Solís, estaría al frente de la misma, solo se trató de una vacilada, más no así la interrupción del ahora exdelegado, el cual fue separado del cargo hace ya más de un mes.
Sin embargo, a pesar de que Andrés Ortiz Solís, dejó el cargo, éste continúa usurpando esa función en toda clase de eventos públicos a los que se presenta, portando el uniforme de la dependencia, incluso persigue y acosa a los líderes de las organizaciones y a ciudadanos que quieren externar alguna queja, pero sin darle solución, ya que la persona encargada de esta plaza es Rosario Allende Velázquez.
Desde hace varios días, el exdelegado de Política Regional, ha estado presente en esta ciudad, haciéndose el aparecido en toda clase de eventos, cuando en ocasiones anteriores pasaban hasta 20 días sin que se tuviera la presencia del exfuncionario, buscando acercamiento con los ciudadanos, quienes desconocen que Andrés Ortiz Solís, ya no funge como delegado de Política Regional, pues en su lugar atiende Álvaro del Castillo Reyes.
Esta persona tomó posesión desde hace más de un mes de dicha oficina, ubicada en Poza Rica, sin embargo el exdelegado, Andrés Ortiz, lejos de aceptar su destitución, continúa haciendo pasar como delegado de Política Regional de la Subsecretaría de Gobierno, lo cual pudo constatarse en un evento público donde se ostentó con ese nombramiento, del cual ya no posee, además de que se niega a entregar las oficinas que ocupó y que ya no ostenta.