¡¡¡La nefasta herencia de Jesús Cienfuegos!!!

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El corrupto Aarón Moncayo negoció 10 plazas, entre ellas, la de la mamá de la diputada Arroyo, Gabriela Ruiz, a quien le compraron su plaza, ¡como si la necesitara!

María Elena Ferral

Papantla

¡Como una bomba!, ese fue el efecto para quienes se enteraron de que hoy martes, regresa “el látigo” al Ayuntamiento del Pueblo Mágico, a “trabajar” ahora en calidad de empleada “sindicalizada”, la empresaria Gabriela Ruiz Segura, madre de la diputada federal, Alma Jeanny Arroyo Ruiz, a quien su yerno, el ex alcalde, Jesús Cienfuegos Meraz, la dejó “protegida” y como “un filtro”, para obtener información interna del gobierno municipal actual.

 

Aunque no está del todo confirmado, trascendió que Gabriela Ruiz Segura, a quien ya se le vio “merodeando” en el Ayuntamiento, incluso se reunió en privado con el alcalde Marcos Romero Sánchez, se incorporará hoy a “trabajar” en el gobierno municipal, aunque se dijo que está buscando que su área sea en Recursos Humanos, en donde precisamente fue directora, en la administración que encabezó su yerno, el ex alcalde, Jesús Cienfuegos Meraz, y en donde se dice, se comportó como “capataz” con la clase trabajadora sindicalizada y de confianza.

La indignación creció entre los empleados del Ayuntamiento, afiliados a la CROC, en contra del corrupto secretario general, Aarón Moncayo Mejía, el cual negoció al menos 10 plazas, para igual número de nuevos “sindicalizados”, que no son otros que “orejas”, que “heredó” al Ayuntamiento el ex munícipe, pues la mayoría de ellos fueron servidores públicos que ocuparon diversos cargos en la pasada administración, ya sea como auxiliares o como directores de área.

Para poder vender las plazas, si dice que Aarón Moncayo, entregó “las cabezas” de cinco ex empleados municipales sindicalizados, mismos que fueron cesados de manera injusta a pesar de contar con 25 años de antigüedad. Se trata de Enriqueta Bello Salinas, Victorino Hernández Zepeta, Éric Santiago Aguilera, Andrés de Luna García y Héctor Miguel Valencia Sánchez, todos ellos, adscritos al Registro Civil, y a cambio “sindicalizó” a 10 ex empleados de confianza de la pasada administración municipal, entre ellas, se dice, la mamá de la diputada federal.

Por lo que entre la nefasta herencia de Chuchín Cienfuegos, que dejó a operadores priístas, como Socorro Díaz Pedraza, ex directora municipal del programa Oportunidades; a Irma Santes García, auxiliar de Tesorería; así como a la recomendada del ex contralor municipal, Gerardo Vigueras Colen, Nelly Ibáñez Valencia, a la cual misteriosamente “su sindicato”, la dejó asignada en esa misma área, la Contraloría Municipal, y el ex auxiliar en la Dirección de Egresos, Julio César Ramírez Santes, al cual también dejaron en la misma área, pero ahora como “sindicalizado”, al igual que el exdirector de Alumbrado Público.

 

El comerciante Gerardo Vallejo Tejeda, que ya es “sindicalizado” y el dirigente croquista lo asignó en el Registro Civil, en el lugar que ocupaba el ex empleado cesado, Victorino Hernández Zepeta, al cual le dio la espalda, otros “nuevos” integrantes del sindicato croquista son: Orlando Tadeo García Reyes, Uriel Jiménez Rodríguez, Carmelo González y Mauro González, así como la ex empleada de confianza del sistema DIF municipal, Madaí Bautista Jiménez, la cual también compró su plaza y está asignada al Registro Civil, otra más del nefasto líder croquista, Aarón Moncayo Mejía, cuyos días al frente del sindicato están contados.