Ambulantes siguen ganando terreno
-Aunado a la mala imagen, hay inseguridad para los peatones, caos y sitios de taxis por todas partes, el centro histórico a punto de “estallar”
Por María Elena Ferral
Por donde quiera que se mire, todo es caos en el centro histórico de la ciudad y en las calles aledañas a este, que están bajo el control de los taxistas que siguen imponiendo su ley, al amparo de la impunidad y la complicidad de las autoridades del ramo; aunado al indiscriminado número de vendedores que han convertido las calles en tianguis con estorbosos puestos que además dan una mala imagen y el recién reestructurado Comité de Pueblos Mágicos, ‘se cruza de brazos’, lejos de actuar.
Las calles de Papantla, particularmente, los céntricos tramos, están convertidas en un caos por la invasión de vendedores ambulantes, fuera de las banquetas, como también por el elevado número de taxis que, cotidianamente, circulan y que suman más de mil quinientos, que son el “valor agregado”, proyectando una mala imagen, aumentando los riesgos de accidentes, como ya ha sucedido por novatos operadores del transporte público, recayendo todo en una sola autoridad, el regidor de Comercio y de Vialidad, Rodolfo Pérez Maya.
La Regiduría de Vialidad, a cargo de Rodolfo Pérez Maya, se ha mostrado frágil ante el peso de los intereses que están en juego y donde se conjugan taxistas, empresarios y vendedores no fijos con dirigentes prestos a protestar si los tocan las autoridades o acumulando votos para procesos electorales, como el que se acaba de llevar a cabo, a simple vista este problema pinta para ser “un cuento de nunca acabar”, en perjuicio de los transeúntes, de la seguridad, así como de la imagen de la ciudad.
Papantla, como se mira, actualmente, parece lo que es según el comentario social “un rancho grandote, por el desorden que está por todas partes” y ante ese deplorable panorama, va quedando en los papantecos la impresión de que lo de Pueblo Mágico será un proyecto que siga archivado, porque no hay voluntad para poner orden, sino todo lo contrario, pues cada día hay más ambulantes fijos, más calles “apartadas” y más “sitios” clandestinos, que requieren acciones a fondo, no paliativos, eso es lo que procede en esta situación que entre todo lo negativo, por los riesgos físicos y amontonamiento de unidades en circulación, vehículos chicos, medianos, pesados y extra pesados, también tensa, altera el sistema nervioso de los conductores particulares y de los ciudadanos.