Cumbre Tajín, fiesta que empodera a la nación totonaca

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-Son cinco los días donde los abuelos totonacas, maestros tradicionales, voceros culturales, talleristas, danzantes, artesanos, músicos, teatreros y terapeutas, logran amalgamar de una forma perfecta la cultura con la diversión

DE LA REDACCIÓN

“El brillo de la memoria” es el slogan con el que bautizaron la décimo octava edición de Cumbre Tajín, evento que comenzó dándole mayor peso al espectáculo y menor a la tradición. Esa situación ha cambiado año con año, mencionan los totonacas que participan en esta fiesta. Son cinco los días donde los abuelos totonacas, maestros tradicionales, voceros culturales, talleristas, danzantes, artesanos, músicos, teatreros y terapeutas, logran amalgamar de una forma perfecta la cultura con la diversión.

Esta vez vengo a contarles sobre las charlas que tuve con varias personas que participan en esta fiesta. Ellos me dijeron que esta celebración es un medio para que la gente no olvide su cultura, tengan una buena derrama económica, pero sobre todo, empoderarse como la gran nación que son.

Llegué muy temprano y con la panza llena gracias a tía Edi –la señora que nos hospeda y quien nos hizo un mole sabroso y unas tortillas de mano que estaban para chuparse los dedos–. Comencé a caminar por el lugar para reconocerlo. En mi primera parada me encontré con un trapiche, una herramienta hecha de madera que sirve para hacer panela y que es puesta en marcha por un caballo que caminaba en círculos. Ahí estaban dos personas triturado caña de azúcar, agua que me dieron a probar y me puso un poco loco –más de lo normal– por todo el dulce que contiene.

Al preguntarle a Hermenegilda qué significaba para ella este evento, me dijo sin dejar de trabajar y estar atenta a lo que hacía: “la cumbre nos ha ayudado a preservar nuestras tradiciones, a que la gente no olvide de dónde provienen algunas de las cosas más bonitas que tiene este país.”

Continué observando el proceso de la panela y me acerqué a don Arturo, un señor de 60 años que me dijo que las temporadas fuertes en esta zona son Semana Santa y Cumbre Tajín. Este señor vive en Tecolutla y se dedica a la siembra y en ocasiones a la pesca, actividades que la zona ha ido olvidando para atender al turismo que llega al lugar.

Me enseñó cómo se sazona el jugo o agua de caña para hacer panela, también me dijo que este evento le da un realce a la economía de la zona. Sí lo creo, ya que el gobernador, Miguel Ángel Yunes, comentó que en estos cinco días se esperan alrededor de 500 mil personas.

Casi para irme llegó Don Juan, el mero chingón de la panela, un señor vestido con un traje típico de la zona: pantalón, camisa blanca, sombrero y un paliacate rojo. Me abrazó como si me conociera de años y me ofreció más jugo de caña. Me dijo que tiene toda su vida haciendo este trabajo de manera artesanal. Un trapiche de madera y en un horno de ladrillos forrado con una pasta natural, son sus principales herramientas. Le pregunté qué significa cumbre para él. Me miró y contestó: “a los campesinos como yo nos dan más reconocimiento, también a la cultura, ya que nos piden que demos a conocer nuestras costumbres y tradiciones.” Dije que me iba y, en automático, me dio otro abrazo.

Seguí caminando y me encontré a Narciso Hernández, el presidente del Consejo para Protección y Preservación de la Ceremonia Ritual de Voladores, ajustando detalles del acto que iba a realizar en la inauguración. Charlé con él un rato para romper el hielo y después le realicé la misma pregunta que a mis entrevistados anteriores: ¿Qué significa cumbre para ustedes? “Es un evento que nació solo para ser un espectáculo. A través de los años, esto se ha ido modificando, porque los pueblos originarios nos hemos ido integrando, hasta que ya somos la mayor atracción del lugar”. Seguimos hablando y me comentó que “gracias a esa oportunidad, hemos podido dar a conocer este legado, como los voladores que tienen más de dos mil años. Cumbre Tajín es un gran espectáculo cultural de talla internacional”.

En cuanto a los beneficios de esta fiesta, este señor chaparrito, moreno y con una voz muy suave y particular me dijo que la economía se mueve. Desde el más pequeño hasta el más grande empresario le favorece y que en su caso: “logramos asegurar hasta tres meses de sustento en nuestros hogares”.