La Catedral recibe los restos del Padre

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-Se cumplió su voluntad, es el primer párroco en ser sepultado en este lugar

Por María Elena Ferral

“Se nos adelantó, pero pronto lo alcanzaremos, ya está donde quería estar, pues la voluntad del padre Panchito, fue quedarse en su casa”, dijo el párroco Antonio Bernabé Santiago, quién lo acompañó durante cuarenta años de servicio a Dios y este día le cumplió su voluntad al sepultar sus restos en la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, los cuales descansarán en la Capilla de la Virgen de Guadalupe, siendo el primer sacerdote en ser sepultado en ese lugar.

De nueva cuenta, una gran polémica se desató, esta vez durante el funeral del padre Francisco Ordoñez Gaspar, entre los católicos y grupos religiosos que increparon al obispo de la Diócesis de Papantla, José Trinidad Zapata Ortiz, quien encabezó el funeral, al exigirle que “regrese a Papantla, al padre Antonio Bernabé Santiago”, en medio de gritos como “vivo lo queremos”, “regrésenos al padre Toño”, monseñor Zapata Ortiz, no externó ninguna opinión al respecto.

Los restos del padre Panchito arribaron a esta ciudad procedentes de Gutiérrez Zamora, en donde fue velado en la Catedral de Nuestra Señora del Carmen y fue trasladado a la Casa de la Iglesia de la que fue fundador, ahí se le rindió un homenaje; de ahí partió la procesión que recorrió las principales calles de la ciudad, con el ataúd cargado en hombros por los feligreses que así despidieron al siervo de Dios, al que dedicó 57 años de su vida.

La procesión acompañó al féretro que contenía los restos del padre Panchito, considerado por la feligresía católica como “un hombre sabio, líder, humilde y sencillo que trabajó toda su vida al servicio de la iglesia”; el padre Toño, quien compartió con el padre Panchito, los últimos cuarenta años de servicio a Dios, señaló “le hemos cumplido su voluntad, él así lo pidió y descansará por siempre”, ya que sus restos fueron sepultados en la Capilla de la Virgen de Guadalupe, que se encuentra dentro de la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción. Su muerte deja consternación y un gran dolor por su partida entre la grey católica.