Cumbre Tajín, mezcla de identidad, tradición y cultura
Por María Elena Ferral
Veinte años después, Cumbre Tajín representa una mezcla de cultura y entretenimientos, en la que la identidad, tradición y cultura son los elementos de esta gran fiesta, ningún festival puede tener tantas virtudes y reconocimiento de organismos internacionales de la cultura como este, a pesar de los riesgos, de los cambios y de quienes le apuestan a su desaparición, el pueblo totonaca sigue firme compartiendo su enseñanza y su sabiduría ancestral.
A pesar de la ligera falta de organización y poca asistencia en su inicio que se vio enmarcado por momentos de tensión por protestas de campesinos, se dio paso a esta fiesta cultural de 20 años que ha sentado un precedente en el norte veracruzano, quienes participan en él reconocieron el valor de este Festival ya que da el impulso económico y moral a los totonacas, así como a los prestadores de servicios, quienes habían centrado sus esperanzas en los tres días de duración, sin embargo este domingo, último día de la Cumbre, fueron canceladas todas las actividades.
Por lo que el parque temático Taklihsukut, la ciudad sagrada de El Tajín y en las ciudades de Papantla y Poza Rica, sedes de la XXI edición del festival, también se cancelaron todos los eventos, los miembros del Consejo Indígena Totonaco, los Abuelos del Kantiyán, los médicos tradicionales y los integrantes del Centro de las Artes Indígenas, luego de convivir durante dos días con los visitantes, compartiendo sus conocimientos y enseñanzas a través de los talleres y de las Casas Escuelas, fueron los encargados de clausurar las actividades a través de diversas ceremonias.