Escuela de Niños Voladores recibe palo volador

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María Elena Ferral

Como lo marca la milenaria tradición que data desde hace más de dos mil 500 años y que los herederos de la cultura totonaca buscan seguir preservando, en la comunidad de Ojital Viejo se llevó a cabo la ceremonia de corte, arrastre y siembra de palo de volador, con la participación de un centenar de maestros, alumnos y habitantes de la localidad que se localiza a escasos kilómetros de la zona arqueológica “El Tajín”.

Con este ritual que está asociado con la fertilidad, la vida y la concepción, la Escuela de Niños Voladores “Tutunakú”, dirigida por el maestro Volador Adolfo San Martín, cuenta con el elemento central para la práctica de la Ceremonia Ritual de Voladores, ahí en la comunidad en donde se encuentra asentada una de las cinco Escuelas de Niños Voladores, orgullo del Totonacapan, tierra de dioses, en el que podrán ejecutar con valentía y destreza, el ritual que aprenden de sus padres y de sus maestros.

 

En punto de las 7:00 de la mañana, inició la marcha en pos del árbol “alzaprima” y tras ser ubicado, al pie de éste, un danzante realizó la ceremonia de petición de permiso al “dios del monte”, al cual se le ofreció una ofrenda, pues esta ceremonia tiene distintas etapas, que inician con la elección del árbol que será cortado, dirigidos por el guía espiritual y presentan una ofrenda de aguardiente, tabaco y flores ante una máscara que representa a “Kiwikgolo”, el “dueño del monte” y le piden perdón por sacrificar a un miembro de la comunidad vegetal.

Posteriormente, se hizo el corte y derrame del árbol, para trasladarlo a la comunidad donde se ubica la escuela, con el esfuerzo de palanqueros, rezanderos, maestros y alumnos, finalmente se levantó a las 14:30 y de ahí fue llevado hasta la comunidad de Ojital Viejo, en donde ya eran esperados por los habitantes y curiosos que querían presenciar la ceremonia.

Una vez colocado, se le añadieron escalones, maceta, el cuadro, la manzana y bendiciones para que los pequeños totonacas den continuidad a la Ceremonia Ritual de Los Voladores, con todos los simbolismos que la hacen Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, máximo reconocimiento de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Este ritual de corte, arrastre y siembra del palo Volador, fue organizado por el Consejo de Voladores y los maestros tradicionales del Centro de las Artes Indígenas, institución apoyada por el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la FamiliadeVeracruz, el Centro de las Artes Indígenas, faro de la identidad ancestral, fue incluido en 2010, en la Lista de Buenas Prácticas para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

 

De este modo, los patrimonios totonacas consolidan su regeneración y sus practicantes muestran que son ellos los principales involucrados en la salvaguardia de su cosmovisión, al respecto, el presidente del Consejo para la Protección y Preservación de la Ceremonia Ritual de los Voladores, Narciso Hernández Jiménez, informó que se eligió un árbol de “alzaprima”, de alrededor de 300 años y para derribarlo, se sembraron 500 plantas de la misma especie en un vivero.