La pintura, una terapia relajante
DE LA REDACCIÓN
La práctica de actividades artísticas en personas de la tercera edad tiene múltiples beneficios en su salud. En este caso la pintura, ya que impacta de forma positiva tanto en la salud como en su estado de ánimo, por ello en La Quinta de las Rosas se promueve esta ocupación que sensibiliza, relaja y motiva a sus residentes.
Para Manuel Benítez Martínez, pintar es significado de una gran distracción y entretenimiento; él acude el mayor tiempo posible a dicha Casa de Día para realizar esta actividad que desde hace más de cinco meses descubrió que le apasionaba.
Xalapeño de nacimiento, lúcido a sus 75 años de edad, recuerda que desde los 11 se dedicaba a la tauromaquia, una de sus grandes pasiones, hasta que creció y decidió formar su familia y por ello se retiró sin olvidar la adrenalina, los colores, el ruedo y el aplauso de los espectadores.
Hace más de cinco meses se integró a La Quinta de las Rosas, no sabía a cuál taller ingresar y se decidió por la pintura. Su primera obra fue un bodegón, el cual, con la guía del profesor de este taller, expresó que no le salió nada mal para ser la primera.
“Vengo tres veces por semana a clases de pintura, para mí es un escape de lo que nos sucede a diario; tengo amigos de mi misma ‘rodada’ y por eso nos llevamos bien, no sólo hablamos de pintura, sino de lo que nos pasa en el día y hasta de los achaques propios de nuestra edad”, expresa Manuel Benítez.
Blanquita, otra usuaria de La Quinta de las Rosas, pinta cuadros al óleo, acrílico y carboncillo. Lo que más le gusta pintar son los paisajes y el arte romántico. Antes se dedicaba al danzón, pero después de la muerte de su esposo ingresó a pintura y desde ese momento se convirtió en una gran distracción.
El profesor Pedro Fuentes, instructor de este taller, explicó que la pintura ayuda a trabajar las capacidades de concentración, paciencia, perseverancia, disciplina y creatividad, y que a pesar de que es un sector que ya tiene un carácter definido y poca paciencia, siempre hacen sus trabajos con el mayor empeño posible.
Asimismo, les permite tener una mejor coordinación, autoestima, autonomía y la estimulación del cerebro al realizar acciones que fomenten su creatividad y combate al estrés; “es la mejor terapia relajante para nuestros adultos mayores”, destacó.
Es así como la acuarela, el pastel, el carboncillo, las ceras y el dibujo logran que adultos mayores de esta Casa de Día disfruten de una entretenida clase de pintura, siempre desde una perspectiva artística y terapéutica.